Donar médula, donar vida
Donar médula ósea es ofrecerle a otra persona la posibilidad de vivir Silvia Fidalgo
Recientemente conocíamos la historia de Pablo Ráez, un joven deportista malagueño que fue diagnosticado de leucemia hace dos años, cuando solo contaba con 18 primaveras. En ese entonces, fue su propio padre quien pudo donarle su médula, pero ahora el “bicho” ha vuelto, y Pablo necesita otro donante. Este joven usó las redes sociales para compartir su experiencia como enfermo de leucemia y para colaborar en la concienciación para la donación de médula ósea. Con su testimonio, también pretende ayudar a otros pacientes a tener una visión positiva de la vida y de la lucha contra esta enfermedad. Gracias a Pablo, las donaciones en nuestro país se han disparado, muy especialmente en su provincia natal.
España cuenta en la actualidad con más de 230.000 donantes de médula ósea, cifra que se ha alcanzado sobre todo gracias a los importantes esfuerzos que se han hecho en los últimos años por modernizar el sistema de donación de médula ósea. En 2013, la Organización Nacional de trasplantes (ONT), en colaboración con las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes, puso en marcha el Plan Nacional de Médula Ósea con el objetivo de alcanzar los 200.000 donantes a finales de 2016, objetivo que se logró un año antes de lo previsto. Este dato es muy esperanzador, teniendo en cuenta que en 1991, cuando la Fundación Josep Carreras constituyó el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), el número de donantes era de 102.
La donación de médula ósea y de sangre de cordón umbilical está basada en la solidaridad sin fronteras, puesto que, cuando un donante se inscribe en el Registro Español de Médula Ósea de la Fundación Josep Carreras, estos pasan automáticamente al Registro Mundial de Donantes de Médula Ósea, donde quedan a disposición de cualquier paciente que sea compatible y la pueda necesitar. Según los datos de la ONT, actualmente se encuentra un donante o una unidad de sangre de cordón umbilical en el REDMO o en los registros internacionales para cerca del 90% de los pacientes, en un tiempo medio de 33 días, y de esta forma, personas como el valiente Pablo puede beneficiarse de estas donaciones en poco tiempo.
¿A quién puedo ayudar donando médula ósea?
Los pacientes afectados de leucemia aguda, linfoma y mieloma múltiple, principalmente, son quienes se pueden beneficiar de un trasplante de médula ósea. Cada año, en nuestro país cerca de 5.000 personas son diagnosticadas de leucemia aguda, alrededor de 7.000 de linfoma y unas 2.000 de mieloma múltiple, sin olvidar que la leucemia supone un 30% de las enfermedades hematooncológicas pediátricas, por lo que es el cáncer infantil más frecuente. Hay que remarcar la importancia de la donación anónima puesto que el 70% de los pacientes que pueden beneficiarse de este tipo de trasplantes necesitan un donante que no sea familiar.
Y yo ¿puedo donar médula ósea?
Para ser donante de médula tienes que asegurarte en primer lugar de cumplir unos requisitos básicos:
- Tener entre 18 y 55 años, (aunque las personas ya inscritas en el registro pueden ser donantes hasta los 60 años)
No padecer ninguna enfermedad susceptible de ser trasmitida al receptor. Los interesados tampoco pueden padecer ninguna enfermedad que pudiera poner en peligro su vida en el caso de que llegaran a donar. - Es importante tener en cuenta que la persona que se registra como donante no puede elegir quién recibirá la donación, es decir, podrá disfrutarla cualquier persona compatible que lo necesite, con independencia del lugar donde resida (aunque evidentemente y siempre que exista la posibilidad, la donación se puede hacer entre miembros de la misma familia sin necesidad de estar registrado anteriormente)
- Ser donante de médula significa adquirir un compromiso para toda la vida. Los donantes deben saber que en cualquier momento pueden llamarles para salvar la vida de un paciente anónimo en cualquier lugar del mundo.
¿Qué es lo primero que tengo que hacer si quiero donar médula ósea?
Donar médula consiste en sustituir las células enfermas del paciente por células sanas de un donante. Antes de presentarte como voluntario debes informarte muy bien acerca del proceso de donación, ya que se trata de algo muy serio puesto que es un compromiso para toda la vida (al final del artículo te dejaremos un par de páginas que te pueden ser útiles).
Cuando estés completamente decidido de que quieres ser donante de médula, debes acudir a tu centro de referencia de donantes más cercano. Puedes consultarlos aquí https://www.fcarreras.org/es/mapadonantes. Para poder firmar el consentimiento informado y facilitar tus datos personales. Además, se te extraerá una muestra de sangre para determinar tu tipaje HLA, con el que determinarán la compatibilidad inmunológica entre donante y receptor. Ese mismo día entrarás en la base mundial de donantes voluntarios.
En el caso de que algún paciente que necesite un trasplante tenga un tipaje HLA parecido al tuyo, desde el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), se pondrán en contacto contigo para extraerte una nueva muestra de sangre en el caso de que mantengas firme tu decisión de donar médula. Ten en cuenta que solo 1 de cada 500 donantes llegará a hacer efectiva la donación de médula, por lo que puede suceder que nunca recibas una llamada desde REDMO.
¿Cómo es el proceso de donar médula?
En primer lugar, deberás realizarte, un reconocimiento médico que incluirá un análisis de sangre, un electrocardiograma, una placa de tórax y un examen médico completo. En función de los resultados y si decides seguir adelante, se decidirá si la extracción de células madre se hace en un quirófano mediante punciones en los huesos de la cadera o a través de la sangre periférica mediante un proceso más simple llamado citaféresis. Ambos métodos son indoloros, y aunque a priori pueden parecer difíciles, la recuperación es muy rápida y los síntomas que puedes padecer después son dolores localizados, mareos, malestar general y flojedad, para los cuales recibirás la medicación correspondiente (si quieres saber en qué consiste cada método puedes hacerlo aquí
Llegados a este punto debes saber que no puedes echarte atrás, puesto que tu indecisión o negativa puede suponer la muerte del paciente, ya que diez días antes del trasplante, se empieza a preparar todo el tratamiento que debe seguir el enfermo de leucemia.
Una vez realizada la donación, la cantidad de células madre de tu organismo se recupera en pocas semanas y es importante que sepas que este procedimiento no presenta ningún riesgo para tu salud y que si el día de mañana algún familiar necesitara un trasplante, podrías volver a donar médula.
Donar médula es una decisión muy personal y muy importante, tómate tu tiempo para decidir si estás dispuesto a ello. Si donas médula puedes salvarle la vida a una persona que de otra forma quizás no podrá vivir, y pasarás a convertirte en un héroe anónimo para alguien que te estará eternamente agradecido. Quizás algún día tú puedas necesitarlo, o quizás lo necesite alguien que quieres. Quizá alguien está esperando tu médula y su futuro está en tus manos.
Más información en: FUNDACIÓN JOSEP CARRERAS CONTRA LA LEUCEMIA – REDMO ONT