Ocho de cada diez españoles se resfría en esta época
Disminuir la incidencia de esta dolencia es posible, hasta el 70% de nuestras defensas se encuentran en el intestino
S.L. Sí, otra vez la misma historia. Otoño e invierno son dos épocas del año, que si bien son dadas a bonitos paisajes y numerosas festividades, también son estaciones asociadas a resfriados y gripes. Y es que se calcula que ocho de cada diez ciudadanos padecerá un resfriado al año. Además, España es uno de los países donde esta afección dura más tiempo, concretamente, una persona puede padecer los síntomas durante siete u ocho días. Cifra que resulta más alarmante aún si lo miramos desde otra perspectiva.
Si uno vive 82 años, que es la esperanza de vida media, se calcula que pasará un total de 1.334 días enfermo, o lo que es lo mismo, cuatro años. Unas cifras nada agradables que, sin embargo, se sabe que pueden prevenirse. ¿Cómo? Entre otras medidas, con algo tan sencillo como es la alimentación. Entre el 60 y el 70% de nuestras defensas se encuentran concentradas en el ecosistema intestinal, y es por este motivo por el que el intestino se considera el principal órgano de la inmunidad.
Una ingesta inadecuada de macronutrientes o de determinados micronutrientes puede producir deficiencias en el sistema inmune que conlleven a manifestaciones clínicas. Cuando nos alimentamos, se alimentan también los cientos de billones de bacterias que habitan en nuestro sistema digestivo. Por esta razón, es fundamental llevar una dieta variada y equilibrada. Las frutas y las verduras, (como el ajo, por ejemplo) no deben faltar nunca y menos en esta época de año. Tienen un alto contenido de vitaminas y minerales, además de prebióticos, que juegan un papel muy importante a la hora de fortalecer nuestras defensas. Asimismo, alimentos que contengan probióticos son los mejores aliados de nuestro sistema inmune. De hecho, su consumo en personas mayores puede hacer triplicar la eficacia del sistema inmunitario en la defensa frente a organismos infecciosos. Estos microorganismos vivos se pueden encontrar en alimentos como el yogurt, el queso u otros alimentos fermentados. Es recomendable para nuestras defensas porque, entre otras razones, los probióticos contienen microorganismos benéficos vivos que además ayudan a la flora intestinal y, por lo tanto, pueden prevenir enfermedades tanto respiratorias como digestivas.
El zinc, el selenio, los betacarotenos y las vitaminas A, C y E también están altamente recomendadas. Eso sí, nunca debe haber un exceso. No hay que olvidar que el equilibrio y la variedad son fundamentales a la hora de ingerir alimentos prebióticos. Aunque una dieta rica en fibras es beneficiosa para las bacterias intestinales, un exceso puede provocar malestar o hinchazón abdominal en algunas personas, por ejemplo.
Asimismo, además de la alimentación, debe tenerse en cuenta otros hábitos de vida para potenciar nuestro sistema inmune, y dormir bien es uno de ellos. La falta de sueño junto al estrés puede provocar un aumento del cortisol, hormona que puede bajar las defensas.