Un 60% de los pacientes con cáncer necesita radioterapia
Un informe subraya las principales diferencias, en cuanto a costes y calidad de vida, a la hora de recibir un tratamiento con radioterapia.
La radioterapia es una gran desconocida no ya por la sociedad en general, sino incluso por los propios especialistas sanitarios, opina el presidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), Jorge Contreras. Sin embargo, este tratamiento forma parte del abordaje que necesita el 60% de los pacientes con cáncer y hasta un 40% de esos enfermos “podrían aspirar a la curación del tumor con la radioterapia, si se hace en la indicación correcta y con los recursos necesarios”, ha recordado Contreras durante la presentación del informe “Acceso al tratamiento de Radioterapia en España”, elaborado por la SEOR y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
El informe ha desvelado grandes desigualdades para acceder a la radioterapia, achacables a los diferentes costes económicos pero también sociales y psicológicos, que deben asumir los pacientes; la variabilidad de las ayudas públicas, y las distintas infraestructuras sanitarias. Hay que tener en cuenta que no en todas las provincias hay unidades de radioterapia o que, incluso en aquellas que disponen de una de ellas, pueden encontrarse a cientos de kilómetros del domicilio del paciente.
Las comunidades autónomas que tienen una situación más crítica en cuanto a acceso a radioterapia son: Castilla y León y Aragón, porque tienen provincias que no disponen de servicios de radioterapia, y en términos de distancias y tiempos Baleares, Canarias y Andalucía donde tres provincias (Granada Jaén y Huelva) tienen municipios a más de 100 km de distancia.
El primer coste asociado al tratamiento, y uno de los que potencialmente pueden llegar a plantear más dificultades para los pacientes, es el derivado de la necesidad de buscar un alojamiento durante el tiempo que dure el tratamiento. Un 6% del total de pacientes entrevistados para la encuesta en la que se basa este informe –se realizaron 1.736 entrevistas a pacientes en tratamiento de radioterapia entre enero y junio de 2019, en 55 hospitales- ven en la necesidad de cambiar de domicilio para poder asistir a las sesiones de radioterapia prescritas. Este porcentaje se eleva hasta un 18% en Baleares o un 17% en Canarias. Así, el coste medio de este cambio temporal de domicilio es de 1.092,2€ de media.
Además, coste por desplazamiento a la unidad de radioterapia es uno de los más frecuentes que las personas enfermas debe afrontar para recibir el tratamiento, siendo lo más habitual el uso de un vehículo privado. Asociado a este coste está el tiempo invertido o los gastos derivados del estacionamiento. En una media de 15 sesiones, recorriendo más de 100 km, una persona con cáncer gastará 231,8€ invirtiendo una media de 3 horas por sesión.
En cuanto al uso de la ambulancia, implica el problema de la espera puesto que en la inmensa mayoría de casos el transporte es compartido. Casi un 30% de las personas con cáncer deben hacer un trayecto diario de entre una y dos horas para poder acudir a su tratamiento; mientras que para otro 30% estos trayectos superan las dos horas, llegando incluso a alcanzar las cuatro solo para el desplazamiento.
El resto de los costes asociados al tratamiento de radioterapia incluyen los medicamentos y productos farmacéuticos para paliar los efectos secundarios; también un 27% asume costes de comidas y tentempiés; un 6% necesita de los servicios de otros profesionales médicos; el 10% necesita contratar a personas para que les ayude en su viuda diaria, y el 31% tiene una pérdida de ingresos por dejar de desemplear su trabajo.
Ramón Reyes, presidente de la AECC, ha destacado que la radioterapia es “un ejemplo claro de cómo influye el lugar de residencia en una mayor o menor facilidad en el acceso a este tratamiento vital, algo que se puede solucionar con voluntad política. No hay que olvidar que, con la crisis del coronavirus, habrá más personas con dificultades económicas que tengan que hacer frente a los gastos de recibir este tratamiento”.
Evitar una situación precaria
Por su parte, Contreras, tras recordar que “solo se destina un 5% del presupuesto del tratamiento del cáncer”, ha destacado el altísimo nivel científico, técnico y asistencial de la radioterapia en España. “Recientemente, se han incorporado al sistema nacional de salud más de 110 aceleradores lineales de última generación donados por una fundación privada, y también gracias también al esfuerzo inversor del sector privado, se ha incorporado al tratamiento avanzado del cáncer dos unidades de protonterapia en Madrid”.
El presidente de la SEOR ha manifestado la necesidad de que “no se vuelva a repetir la situación de precariedad previa a la incorporación de esta tecnología”. De ahí, que haya reclamado que desde la Estrategia Nacional del Cáncer se realice una planificación de recursos necesarios “para no volver a la situación vivida, en la que los pacientes oncológicos perdían opciones de curación por falta de recursos”.
No obstante, el especialista ha enviado un mensaje de tranquilidad, por cuanto durante la pandemia “la oncología radioterápica ha mantenido los niveles de asistencia para los pacientes que lo han necesitado, con niveles de alta calidad y seguridad”.
Medidas propuestas
Entre las medidas propuestas a tenor de los datos reflejados en el informe, se encuentra adecuar la organización asistencial para disminuir el impacto de las largas distancias en la calidad de vida de los pacientes; esto podría lograrse con unidades satélites o la coordinación entre autonomías para recibir el tratamiento en el hospital más cercano al domicilio.
También esta igualar las ayudas públicas, equiparando las más bajas a las más altas, e incluir la cobertura de los fármacos o productos sanitarios indicados para los efectos secundarios. Asimismo, tener en cuenta la situación económica y social del paciente, y no sólo situación clínica o dificultad de movilidad, a la hora de conceder el transporte sanitario no urgente para recibir tratamiento.
Además, la AECC pone a disposición de las personas con cáncer que lo necesiten sus 37 pisos y residencias, así como ayudas económicas para soportar los costes añadidos para recibir tratamiento. Sonia Moreno (DM)