Hacia un paciente más informado y formado frente al asma
La escasa prioridad de la correcta educación puede llevar a un autocuidado deficiente e, incluso, al abandono del tratamiento.
Un año más, el Día Mundial del Asma (7 de mayo), organizado por la Iniciativa Global para el Asma (GINA), ha puesto de relieve todas las dificultades que conlleva convivir con esta enfermedad pulmonar crónica que afecta a más de 260 millones de personas y es responsable de más de 450.000 muertes cada año en todo el mundo, la mayoría de las cuales se pueden prevenir.
Bajo el lema “La educación sobre el asma empodera” se enfatiza sobre la necesidad de capacitar a las personas con esta patología a través de la educación adecuada para controlarla y reconocer cuándo buscar ayuda médica. La información es clave y así lo refrenda Irantzu Muerza, paciente de asma grave y presidenta de la Asociación de Apoyo a Personas Afectadas por Asma de Euskadi (ASMABI): “Un paciente informado y formado es un paciente activo que se hace experto en su enfermedad y su autocuidado. Hay que comenzar con esta educación desde niños“.
Son muchos los retos a los que se enfrentan los pacientes y, por tanto, desde ASMABI reclaman un plan nacional de asma, en el que se integren ciertos protocolos de actuación, como la derivación temprana a los especialistas para un diagnóstico precoz de la enfermedad, la necesidad de la figura de la enfermera escolar, la formación continuada de profesionales, la creación de unidades de asma compuestas por equipos de profesionales multidisciplinares, que haya enfermeras de enlace para pacientes crónicos y un largo etcétera. Y, por supuesto, que se tengan en cuenta los criterios de equidad en el acceso a tratamientos o servicios que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes.
El acceso y la adherencia al tratamiento
Se han producido grandes logros terapéuticos y los tratamientos para el asma son cada vez más eficaces y seguros.“En algunos casos, seguimos teniendo que tomar corticoides, inhaladores o nebulizaciones, pero realmente en los últimos años hemos visto un gran avance en cuanto a tratamientos biológicos que ya están cambiando la vida de muchos pacientes”, señala Irantzu Muerza.
Pero no existe una equidad en el acceso a los nuevos tratamientos en todo el territorio nacional, “hoy día dependiendo del código postal, puedes acceder a unos tratamientos u otros”, se lamenta la presidenta de ASMABI.
Además, un gran porcentaje de pacientes no tiene su asma bien controlado. La adherencia al tratamiento es esencial, especialmente en pacientes más graves. Y esto pasa por lograr una confianza entre el paciente y el profesional a la hora de tomar decisiones.
Irantzu Muerza expone:“Cada paciente tiene sus particularidades y su forma de convivir con la patología. No hay dos asmas iguales y el tratamiento ha de ser individualizado y adecuado a las necesidades y capacidades, siempre primando un criterio clínico. Si hablamos de inhaladores, en el mercado existen los suficientes tratamientos en diferentes dispositivos, pero no todos son válidos para todos los pacientes ni hay un modo único de hacer llegar el fármaco a los pulmones. El paciente deber ser capaz de administrárselos correctamente y estar cómodo con el uso, para no llegar a una falta de adherencia”.
Además, tiene que haber una confianza entre paciente y especialista a la hora de tomar decisiones sobre qué inhalador prescribir, “el paciente ha de tener voz y voto en esta decisión”, asegura Muerza.
En este sentido, hay pacientes que abandonan el tratamiento, “porque no tienen síntomas y no ven necesario tomar un medicamento, con lo que
ponen en peligro su sistema al quitarle la
protección que le da el tratamiento de base o mantenimiento.Otra razón es por dejadez, olvido, falta de consciencia o falta de información. El paciente no es consciente de la gravedad de su enfermedad o no se informa adecuadamente de cómo tomar el tratamiento.En ambos casos, el riesgo es el mismo, sufrir más crisis y que sean más graves, incluso llegando a perder la vida”, concluye la presidenta de ASMABI. A.L.