Disbiosis y obesidad infantil: una relación clave en la medicina preventiva

Los antibióticos selectivos no absorbibles actúan frente a la alteración de la microbiota, que puede conducir al sobrepeso.

La obesidad infantil se ha consolidado como una de las principales amenazas para la salud pública en los países desarrollados. El exceso de peso en nuestros niños (cerca del 40% de los menores españoles lo padecen) tiene consecuencias metabólicas, cardiovasculares y psicosociales que se proyectan hasta la vida adulta. Por ello, la prevención es fundamental.

En este contexto, una vía de investigación
innovadora es la del papel que juega la microbiota intestinal. Domingo Gargallo, doctor en microbiología y director de Funditec Health expone: “Cada vez hay más evidencia de que la disbiosis intestinal, un desequilibrio en las poblaciones bacterianas del intestino, puede ser un desencadenante temprano de procesos inflamatorios crónicos y alteraciones metabólicas que conducen al sobrepeso”. Este desequilibrio, común en niños nacidos por cesárea, alimentados con fórmulas artificiales o expuestos precozmente a antibióticos y dietas hipercalóricas, puede activar rutas inflamatorias crónicas de bajo grado y favorecer procesos como la adipogénesis, que promueven la acumulación de grasa corporal.

Esta línea de abordaje ha sido una de las interesantes cuestiones expuestas en la jornada “Obesidad y sobrepeso: de la evidencia a las políticas sanitarias”. Este encuentro, organizado por la Fundación España Salud, se celebró en el Senado el 19 de mayo y reunió a algunos de los principales referentes en el ámbito clínico, investigador y legislativo.

Prevención de forma dirigida

Con una dieta similar, un niño con un perfil bacteriano alterado puede absorber más calorías, predisponiéndole al sobrepeso. Así, el uso de antibióticos selectivos no absorbibles con espectro reducido se muestra prometedor. Estos compuestos permiten actuar de forma dirigida sobre ciertas poblaciones bacterianas, como las del filo Firmicutes, (cuya eficiencia para extraer energía de los alimentos es mayor), sin afectar al equilibrio general del microbioma. “Esto posibilita reducir el impacto metabólico negativo sin comprometer funciones esenciales del ecosistema intestinal como la regulación inmunológica o la síntesis de vitaminas y neurotransmisores” detalla el doctor Gargallo.

Contexto preventivo

Comprender las raíces biológicas y ambientales de la obesidad infantil es fundamental para innovar y  construir una medicina más eficaz. El objetivo es lograr un contexto preventivo: anticiparse a las enfermedades antes de que se manifiesten clínicamente. Ahora bien, como subraya Domingo Gargallo, ninguna estrategia preventiva podrá tener impacto sin una apuesta clara por la investigación. “En contextos como el español, con un sistema sanitario consolidado pero tensionado, resulta esencial invertir en I+D si queremos responder a los desafíos actuales con soluciones eficaces y sostenibles”, concluye el experto. M.T.T.

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