Proteger a los perros viajeros es clave para frenar la expansión de la leishmaniosis
Esta enfermedad zoonótica está avanzando en los últimos años hacia países del norte de Europa.
La leishmaniosis es una enfermedad que se transmite por la picadura de un flebótomo, y afecta al perro, a otros mamíferos y también al hombre. Es una enfermedad endémica en 98 países en todo el mundo y, según la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen en el mundo aproximadamente un millón de nuevos casos en personas.
Los cambios socioeconómicos actuales, que facilitan el desplazamiento de las personas, junto con la evolución del concepto de familia, donde el perro ha pasado a formar parte del núcleo familiar tanto en hogares con hijos como en parejas jóvenes que optan por no tenerlos, y el impacto del cambio climático, están siendo factores determinantes en el aumento de enfermedades zoonóticas como la leishmaniosis.
En países como el Reino Unido, donde esta enfermedad parasitaria no es endémica, ha surgido una creciente preocupación en el ámbito de la salud pública debido al incremento en la importación de perros, tanto de forma legal como ilegal, procedentes de zonas con alta incidencia de la enfermedad, como es el caso de nuestro país. La llegada de un gran número de perros de la cuenca mediterránea a países que no están acostumbrados a manejar esta patología no solo afecta a las familias adoptantes, sino también a los veterinarios, laboratorios de diagnóstico y, potencialmente, al público en general.
En los países donde la leishmaniosis es endémica, el papel del veterinario es fundamental para controlar su prevalencia tanto en humanos como en perros. Además, a nivel individual, es clave para garantizar el bienestar de las mascotas, ya que se trata de una enfermedad crónica y grave que puede llegar a ser mortal para el animal. La aplicación de medidas preventivas como el uso de antiparasitarios externos con acción repelente para evitar el contacto con el vector y la vacunación son esenciales para prevenir su desarrollo.
Dado que la leishmaniosis está avanzando hacia el norte de Europa y se están detectando nuevos casos en países donde antes no era común, la protección de los perros viajeros mediante medidas preventivas externas y vacunación es una herramienta clave para evitar su expansión a nuevas zonas. De no aplicarse estas estrategias, en un corto período de tiempo estas regiones podrían convertirse en nuevas áreas endémicas de esta grave enfermedad zoonótica. Laura Clavijo