Una visión técnica del estudio y el cuidado del envejecimiento
En la era de la medicina computarizada avanzamos hacia una atención de la salud holística y personalizada.
Es probable que vivamos más de 100 años. A principios del siglo pasado, el cuidado de la enfermedad mejoró con la incorporación del método científico y la farmacología. Hoy comprendemos la importancia de cuidar la salud, tanto del paciente sano como de uno mismo. Sabemos que viviremos más años y debemos hacerlo de manera saludable. Ciencia y tecnología avanzan juntas hacia el objetivo de mejorar la salud y la calidad de vida.
Desde hace años, utilizamos marcadores biológicos para estudiar el envejecimiento, un proceso que ocurre tanto externamente como internamente. Sin embargo, la salud es “un todo”. Comparándolo con un coche, donde motor, transmisión y ruedas deben estar en armonía, los humanos somos un sistema compuesto por muchos subsistemas y componentes (corazón, riñones, estómago…). Si uno falla, eventualmente se descompensará todo el sistema, resultando en enfermedad. Esta visión sistémica es crucial para abordar el envejecimiento, ya que no somos solo órganos aislados, sino organismos completos.
Estamos hablando de la mejora de la edad biológica, también conocida como biohacking o antiaging. Actualmente, no solo podemos ralentizar, sino incluso revertir algunos procesos de envejecimiento. Existen terapias que pueden prolongar los años de vida saludable.
Para enfocar la terapia de la edad, se estudian diversos órganos y funciones del organismo, como el sistema cardiovascular, la función pulmonar, la velocidad de conducción nerviosa, el estado cognitivo, el sueño, la piel y las estructuras de soporte. El estudio bioquímico es fundamental para evaluar los niveles hormonales y analizar determinadas moléculas, como las modificaciones de la histona, la metilación del ADN, el papel de las células del sistema inmunológico, la molécula NF-KB, los radicales libres, el fenotipo secretor asociado a la senescencia, y la genética y epigenética. Estos estudios se agrupan en una serie de “marcadores biológicos”, que indican el estado de tejidos o funciones en relación a la edad cronológica de la persona. Sin embargo, este análisis es complejo, costoso, y presenta resultados dispares, restringiéndose a las élites sociales.
Medicina guiada por modelos
La tecnología contribuye añadiendo una visión de ingeniería a la visión galénica del paciente, considerando el cuerpo humano como un sistema de sistemas. Este proceso, conocido como Medicina Guiada por Modelos (MGM) o medicina computarizada, transforma los marcadores biológicos en modelos informáticos con datos estructurados.
El MIMMS (Medical Information and Model Management System) permite agrupar y organizar datos médicos, facilitando una terapia personalizada, completa y con trazabilidad y auditabilidad para un control continuo. Esta infraestructura conecta los datos a soluciones de Inteligencia Artificial integradas en el flujo de trabajo de profesionales y pacientes, ofreciendo resultados eficientes, económicos y completos, accesibles a través de smartphones.
No es un concepto futurista. Hoy, gracias a la tecnología, estos cuidados relacionados con la edad y la salud se están volviendo accesibles para la mayoría de la población. Así se democratiza la salud con inversiones mucho menores que las necesarias para el cuidado de enfermedades. La introducción del cuidado de la edad mediante la tecnología permitirá optimizar los recursos destinados al paciente enfermo.
Hemos pasado de curar enfermedades a vigilar su aparición precoz y ahora, a enfocarnos en cuidar la salud en su totalidad para minimizar las enfermedades crónicas. Bienvenidos al siglo de la medicina computarizada. Javier Herrero. Cirujano plástico y presidente de Alma Medical.