Los blactobacilus pueden reducir hasta un 5% las moléculas de colesterol en sangre
Se ha demostrado que los probióticos son capaces de desconjugar los ácidos biliares
SILVIA FIDALGO. VALLADOLID. “Los probióticos son microorganismos vivos, que se consumen como suplementos nutricionales con el objetivo de influir sobre la flora intestinal y mejorar el balance que existe entre las diferentes poblaciones de bacterias”, asegura Lluís Asmarats, especialista de la unidad de riesgo vascular de la Clínica Sagrada Família de Barcelona. Existe una amplía variedad de probióticos. Pero no todos sirven para todo. Cada especie de bacteria produce un determinado efecto. “Los más habituales son las bifidobacterias o lactobacilus”, señala Asmarats. En diferentes estudios se ha observado que el consumo de un preparado lácteo con una alta concentración de lactobacilus puede disminuir el colesterol alrededor de un 5%.
Los probióticos pueden actuar en la disminución del colesterol a través de diversos mecanismos. “El más frecuente es mediante la alteración de la actividad enzimática, capaz de desconjugar los ácidos biliares, unas sustancias que fabrica el hígado a partir del colesterol para ayudar a digerir las grasas”, apunta Xavier Pintó, especialista de la misma unidad. Los ácidos se desconjugan por acción de los probióticos de manera que no pueden ser reabsorbidos por el intestino y se eliminan a través de las heces. De este modo, explica Pintó, “el hígado tiene un preparado lácteo con una alta concentración de lactobacilus puede disminuir el colesterol alrededor de un 5%.
Los probióticos pueden actuar en la disminución del colesterol a través de diversos mecanismos. “El más frecuente es mediante la alteración de la actividad enzimática, capaz de desconjugar los ácidos biliares, unas sustancias que fabrica el hígado a partir del colesterol para ayudar a digerir las grasas”, apunta Xavier Pintó, especialista de la misma unidad. Los ácidos se desconjugan por acción de los probióticos de manera que no pueden ser reabsorbidos por el intestino y se eliminan a través de las heces. De este modo, explica Pintó, “el hígado tiene que reponer los ácidos biliares fabricando más a partir del colesterol y se reduce así su concentración en sangre” Los profesionales apuntan que los probióticos pueden ser un complemento de una dieta saludable y equilibrada ayudando a disminuir la cantidad de colesterol de la sangre y, en algunos casos leves, evitar o reducir el tratamiento farmacológico. Y es que los especialistas recuerdan que justamente la dieta es el factor más importante en lo que a control del colesterol se refiere.
El estudio PREDIMED, realizado por los principales grupos de investigación sobre nutrición y enfermedad cardiovascular de España, ha demostrado que el consumo de aceite de oliva virgen y frutos secos disminuye en un 30% el riesgo de infarto de miocardio, accidentes cerebrovasculares y la mortalidad cardiovascular. Asimismo, las guías dietéticas para la población americana, aconsejan que la ingesta de grasas saturadas, que son sobre todo las de origen animal, no ocupen más del 10% de las calorías totales que consumimos.
Sin olvidar los azúcares simples como la sacarosa y la fructosa, cuyo exceso es perjudicial, ya que predispone a la obesidad, a la diabetes y a las enfermedades cardiovasculares. “Los azúcares simples, los encontramos en muchos refrescos, en alimentos precocinados y en los elaborados de forma industrial, y cuando se consumen en exceso pueden convertirse en enemigos para nuestra salud”, advierte Xavier Pintó.
Pie de foto: Género Lactobacillus.