Capturar células cancerosas de la sangre podría ayudar a elegir el tratamiento adecuado para el cáncer de mama

La sangre de los pacientes puede contener marcadores de una enfermedad en progresión, como son células cancerosas que se desprenden de los tumores y circulan por debajo de los niveles de detección de las técnicas de laboratorio habituales, células que pueden originar nuevos tumores.

En la actualidad, aproximadamente, solo una cuarta parte de mujeres afectadas por cáncer de mama recibe el diagnóstico en una etapa temprana, es decir, cuando este aún no se ha extendido y se denomina carcinoma ductal in situ (CDIS). Si bien estas pacientes suelen tener un buen pronóstico, el cáncer puede volverse invasivo entre el 10 % y el 53 % de los casos no tratados.

Ante la imposibilidad de predecir con exactitud el desenlace para cada paciente, las guías de práctica clínica recomiendan que aquellas mujeres con carcinoma ductal in situ reciban tratamiento, que puede incluir tumorectomía o mastectomía. Asimismo, proponen radioterapia para mujeres que se someten a una tumorectomía, y aquellas con resultado positivo para carcinoma ductal in situ con receptores hormonales positivos también pueden recibir terapia antihormonal.

Dado que la detección temprana puede salvar vidas, los médicos ahora recomiendan mamografías a edades más tempranas, por lo que más mujeres jóvenes deben tomar decisiones que les cambiarán la vida“, afirmó Sunitha Nagrath, profesora de Ingeniería Química Dwight F. Benton y coautora de un estudio publicado en ‘Science Advances’, con el objetivo de identificar biomarcadores que distingan a las pacientes que se beneficiarían de intervenciones como cirugía, radiación y terapia antihormonal, de aquellas que solo requerirían cirugía o que podrían prescindir del tratamiento de forma segura. “Actualmente, a las pacientes se les presentan opciones de tratamiento sin información suficiente sobre cuál puede ser la más eficaz según sus factores de riesgo individuales“, según la prof. Nagrath.

Los autores de este trabajo, pertenecientes a la Universidad de Michigan (EEUU) partieron de que la sangre de las pacientes puede contener marcadores de una enfermedad en progresión: células cancerosas que se desprenden de los tumores y circulan por debajo de los niveles de detección de las técnicas de laboratorio habituales. Estas células pueden originar nuevos tumores.

Recolecta de células cancerosas

Los investigadores utilizaron un ‘chip laberíntico’, diseñado años atrás en su laboratorio, para recolectar células cancerosas de la sangre de 34 pacientes con carcinoma ductal in situ en el Centro Médico de la Universidad de Kansas. Posteriormente, determinaron qué genes estaban activados en las células cancerosas individuales que circulaban en la sangre, así como en las células cancerosas recolectadas del tejido mamario de las mismas pacientes.

Las células cancerosas de las biopsias de tejido se clasificaron en cuatro subtipos según sus genes activos, dos de los cuales se encontraron en sangre en niveles significativos. Estos subtipos presentaban genes activos asociados con la progresión de la enfermedad, la resistencia a la quimioterapia y la unión a plaquetas, lo que, según algunas investigaciones, podría ser una forma en que las células cancerosas evaden el sistema inmunitario. Otros genes activos en las células cancerosas podrían ayudarlas a evitar la detección por parte de las células inmunitarias.

Eso nos ayuda a precisar qué podría haber sido indicativo de que estas células circularan”, según Neha Nagpal , estudiante de doctorado en ingeniería química de la UM y primera autora del estudio.

En el futuro estos científicos se plantean identificar qué tipos de células y biomarcadores son capaces de llegar a una zona secundaria y permanecer en la misma.  L.D.B./ M.T.T. (SyM)

También te podría gustar...