“Estudiamos la posibilidad de crear dientes a partir de células madre”
JORDI CAMBRA | ODONTOLOGÍA
La presentadora de “Els Matins de TV3”, helena García Melero, entrevista al especialista Jordi Cambra.
Helena García Melero
El día que conocí a Jordi Cambra me dio un consejo que no olvidaré pero que difícilmente podré seguir. Le pregunté cómo tendríamos que limpiar el cepillo de dientes tras su uso. Y me dijo: “en el lavavajillas, por supuesto”. Esta información, que puede sorprender, él me la explicó con todo el convencimiento del mundo. “Si limpiamos los cubiertos con los que comemos en el lavavajillas, ¿por qué no el cepillo de dientes, que nos lo metemos en la boca y con el que nos limpiamos los dientes y las muelas?” Esta respuesta es un ejemplo más de los muchos interrogantes que se nos
escapan relacionados con nuestra salud dental. Y no sólo en personas que sufren algún tipo de enfermedad, sino también en aquellas sanas que no quieren renunciar, por ejemplo, a poder sonreír.
Se ha relacionado la mala higiene bucal con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiacas. ¿Qué hay de cierto?
Cada vez sabemos más de las relaciones entre las distintas patologías del cuerpo humano y la boca. El proceso inflamatorio, sobre todo el periodontal, es decir, la infección e inflamación de las encías, provoca unos cambios en el organismo que pueden desequilibrar los sistemas de defensa. Esta situación se produce especialmente en pacientes delicados como los diabéticos, ya que se puede desequilibrar el nivel de glucosa, o pacientes con problemas cardiovasculares. La infamación periodontal provoca una estimulación de depósitos de placas de ateroma como reacción de defensa. Estas placas, como sabrás, se depositan en los vasos sanguíneos, estrechándolos y aumentando el riesgo de accidentes cardiovasculares.
Otra situación que está ampliamente demostrada, diversos estudios de EEUU lo señalaron, es la relación del nacimiento de bebés prematuros en mujeres con periodontitis, con todos los gastos y complicaciones que ello conlleva.
¿Cada cuánto nos tendríamos que hacer una higiene bucal?
Si no existe ninguna patología de base, mínimo una anual. En función del nivel de riesgo y de higiene se recomienda de dos a tres veces al año. Son dos parámetros que tenemos en cuenta. Si el paciente tiene mucho riesgo y mala higiene, tendría que hacerse una higiene cada cuatro meses, en cambio, si tiene mucho riesgo pero buena higiene basta con una al año.
¿Es recomendable utilizar flúor después del cepillado?
Sobre todo en niños porque protege de las caries. Afortunadamente la incidencia de caries ha bajado mucho en nuestro país gracias a que en muchas zonas de España el agua corriente es fluorada y a que ahora todas las pastas de dientes contienen flúor.
La halitosis es una enfermedad muy frecuente, pero pocos acuden al especialista. Todavía resulta un tema tabú… ¿Por qué aparece?
El 85% responde a una causa bucal, un 5% de las vías respiratorias altas, otro 5% digestiva y el restante no se sabe la causa. La halitosis por causa bucal se produce porque en la boca se generan microbios que no se eliminan bien, fermentan y crean unos gases con un olor desagradable. Cuanto más anaeróbicos sean los microbios, más desagradable es la fermentación. Lo favorece la mala higiene, la inflamación de encías, las caries, los huecos creados por las muelas del juicio y la lengua, que es un depósito tremendo de microbios y muy poca gente se la limpia. Es muy recomendable utilizar limpiadores de lenguas. Otro gran error es no lavarse los dientes por la mañana. Aunque pueda parecer extraño, mucha gente al levantarse no se los lava porque no ha comido durante la noche, y es una de las cusas del mal aliento. Por la mañana, por aspectos fisiológicos, todo el mundo tiene mal aliento. Además, las personas que toman determinados fármacos, como antidepresivos, hacen que disminuya la saliva y también puede provocar halitosis.
Desde hace poco se extraen células madre de pulpa dental ¿Qué supondrá este avance?
Se ha demostrado que de un diente sano de una persona de menos de 40 años se puede extraer la pulpa dental. De allí se pueden obtener suficientes células madre como para almacenarlas en un depósito. Durante 20 años aproximadamente se pueden utilizar las células madre para tratar cualquier parte del cuerpo. Se está estudiando también la posibilidad de crear dientes a partir de células madre. Como si de una semilla se tratara. Se han hecho algunos estudios y, aunque todavía se consiguen dientes con una forma un poco extraña, es cuestión de tiempo. Pero no creo que yo alcance a verlo personalmente, es un proceso lento y muy caro.
En plena era digital, uno de los campos de la odontología dónde la tecnología ha tenido un papel fundamental ha sido en las prótesis dentales. ¿Qué es lo último en implantes?
Uno de los avances que más han ayudado es la robotización o automatización del proceso para crear y colocar implantes. Disponemos de sistemas de captación que realizan una fotografía o vídeo del diente del paciente. A partir de esta información se realiza un diseño a ordenador y, a través de un robot, podemos tener el implante del diente en dos horas. Se hacen sobre todo a base de porcelana, pero el circonio está entrando muy fuerte. Con este proceso automatizado se consigue una gran precisión y se eliminan costes.
¿Nos podemos olvidar de las dentaduras?
Sin duda. Los implantes consiguen trabajar prácticamente como dientes propios. Antes la gente se moría a los 60 años, el porcentaje de personas entre esa edad y los 80 que necesita dientes nuevos es enorme, más de la mitad. Si optan por implantes con acabados naturales ni se acuerdan de qué dientes son suyos y cuáles son implantes. Cuando han perdido toda la dentadura, normalmente en pacientes con problemas de encías sumados al bruxismo, es verdad que los implantes no consiguen la sensibilidad de los dientes propios, pero son mucho más cómodos que una dentadura postiza. Es una revolución. No hay ninguna prótesis en el cuerpo humano con tan buenos resultados como la dental.
¿Por qué la práctica totalidad de las prestaciones dentales no entran ni en la seguridad social ni en las pólizas privadas?
Porque resulta muy caro y no pueden cubrirlo. Algunos países como Inglaterra, Francia o Alemania cubren algunos tratamientos. Algunas mutuas incluyen ciertas prestaciones dentales pero no pueden cubrirlas todas por costes. Por ejemplo, nunca se contemplan las prótesis. Por desgracia, siempre están ligadas a aspectos económicos. Por un lado intervienen materiales caros, porcelana y metales nobles, y, por otro, la mano de obra especializada. Es una lacra que tendremos siempre los dentistas, el coste.
Perfil
Jordi Cambra Sánchez (Barcelona, 1955) se licenció en medicina y cirugía por la Universitat de Barcelona en 1977. Especializado en odonto-estomatología, dirige uno de los centros de odontología de referencia en Barcelona, Cambra Clinic. Experto en implantología y autor de varios libros sobre esta disciplina. Fue presidente de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración entre 1989 y 1992.