“En nuestro país el tráfico ilegal de órganos es imposible”
El cantante Raphael entrevista a Enrique Moreno, especialista en trasplante de hígado
Yo sigo aquí, en este mundo, gracias a la generosidad infinita de un donante anónimo cuyo hígado me fue trasplantado, hace ya más de nueve años, por el médico a quien entrevisto, invitado por estas páginas de El Periódico, el especialista Enrique Moreno. Es imposible describir la gratitud que siento por ambas personas por lo que han significado en mi vida. Pero desde entonces, tanto la organización como las prácticas en el trasplante de órganos, han cambiado mucho.
Uno de los datos más significativos del pasado año es que la donación en asistolia ha aumentado un 40%, ¿es el futuro de los trasplantes en España?
En el Hospital 12 de Octubre de Madrid se han practicado el mayor número de trasplantes hepáticos procedentes de donantes que sufren parada cardiaca irreversible. Se trata de donantes más frecuentemente jóvenes y fallecidos durante el ejercicio físico. Esto se debe a un sistema de llamada y asistencia extraordinariamente organizada (SERMAS y SAMUR), asistido por personal sanitario altamente cualificado con una importante experiencia en estas situaciones. Además, se ha implantado un traslado mediante helicópteros o ambulancias a UCIs de referencia.
No es que estos trasplantes sean el futuro, sino que estos donantes, que antes no se aprovechaban, reducen de forma significativa la lista de espera.
¿Qué opina de los órganos bioartificiales?
Como todo proyecto de investigación, suponen un esfuerzo de los grupos de investigadores para evitar la muerte debida a la evolución de las enfermedades hepáticas terminales. En el caso del hígado, es un órgano cuyas funciones son en gran medida desconocidas, haciendo muy difícil la construcción de un hígado artificial. Pero está cerca el momento en el que los órganos bioartificiales y otros sistemas de depuración eviten la muerte cerebral, evitando así que aumenten las listas de espera para poder curar a estos enfermos de forma definitiva tras un trasplante orgánico.
¿Qué pacientes son los que deben tener prioridad a la hora de optar a un trasplante? ¿Cómo se rigen las listas de espera?
Las listas de espera se ordenan según el grupo sanguíneo y dentro de éstos la prioridad se da según la gravedad de la enfermedad. Para ello se aceptó en prácticamente todos los países un sistema de puntuaciones según la sintomatología y las alteraciones de las cifras de laboratorio (MELD). De esta forma se trata de evitar el fallecimiento de los enfermos de mayor gravedad en la lista de espera. El efecto negativo es que siempre trasplantamos a los enfermos más graves, en peor situación física, haciendo más largo y difícil el postoperatorio, con mayores posibilidades de complicaciones.
En mi caso, ha cambiado mi vida, pero usted que conoce muchos pacientes, ¿cómo diría que es la vida después del trasplante?
Usted lo acaba de decir, la vida es normal, por lo que pueden ejercerse actividades profesionales de mayor riesgo o estrés (cantantes, deportistas de élite, investigadores, políticos, presidentes de empresas, etc.). La medicación y los cuidados postoperatorios disminuyen de forma progresiva, así como la tolerancia al injerto trasplantado aumenta, reduciéndose las necesidades de la inmunosupresión.
¿Siguen preocupando hoy temas como el tráfico ilegal de órganos?
Una de las grandes ventajas de nuestro Sistema Nacional de Salud es que cualquier práctica de este tipo es imposible. El donante, su recepción en un hospital público, su seguimiento, los cambios de personal, la detección de la muerte encefálica, la asistolia, etc., son mecanismos imposibles de cambiar, la extracción de órganos, la adscripción a un receptor, la intervención del receptor, los estudios anatomopatológicos, de laboratorio, radiológicos, etc., incluyen a tantos profesionales que hace imposible el tráfico de órganos o cualquier otra práctica ilegal que pudiera darse en otro país.
¿Sería posible que España fuera líder mundial de trasplante de órganos si se tratase de una institución privada?
Personalmente, y como continuación de su pregunta anterior, estoy seguro de que la práctica privada sería completamente nociva para la organización de los trasplantes de órganos en nuestro país. Sin duda, el artífice de estos resultados es la ONT establecida por el doctor Rafael Matesanz, pero también que se cimiente sobre una Sanidad Pública excelente como disfrutamos en nuestra sociedad.
Precisamente Matesanz habló de la necesidad de reorganizar los servicios de trasplantes dada la situación actual.
Cualquier tipo de organización sanitaria pública debe atender a las necesidades de la sociedad, pero también a los gastos que los médicos generamos en nuestra actividad, porque en definitiva los gastos dependen del presupuesto, y éste de la parte que el Gobierno quiera o considere conveniente aportar con los recursos procedentes del trabajo de la sociedad.
Este razonamiento choca frontalmente con la política autonómica que ha considerado más conveniente desarrollar programas asistenciales llamativos políticamente pero excesivamente costosos, no dándose cuenta de que sería más rentable económicamente tratar a los enfermos en otra comunidad.
¿Será sostenible a largo plazo el sistema de trasplantes?
Sin duda es sostenible pero, más que por el interés de los gobiernos, por la ilusión de los equipos de trasplante y muy especialmente por los médicos que participan en ellos. Es necesario penetrar en esta excelente organización hospitalaria para entender la servidumbre del quehacer que desarrollan, sin apenas vida familiar, con un sinnúmero de noches de vigilia y con un porvenir frecuentemente lleno de sombras.
PERFIL
Enrique Moreno González (Siruela, Badajoz, 1939) cirujano de aparato digestivo y referencia mundial en trasplante de hígado, que ha realizado con éxito en embarazadas. Opera en Madrid en la Clínica La Luz y en el Hospital 12 de Octubre. En este último realizó el famoso trasplante de hígado al cantante Raphael, quien hoy le entrevista en esta sección. También preside el Consejo Superior de Sanidad de la Comunidad de Madrid y fue premio Príncipe de Asturias de Investigación.