El prolapso, el gran desconocido
Aunque esta afección suele ser asintomática en etapas iniciales, puede llegar a alterar la calidad de vida de la mujer
S. LARRUCEA – A pesar de que no existe consenso respecto al número de músculos que tiene el ser humano, algunos expertos sitúan la cifra en 639. Dentro de esta variedad, la mujer cuenta con el suelo pélvico. Parte fundamental para la sujeción de tres órganos imprescindibles: la vejiga, el útero y el recto. Con la edad suele debilitarse. De hecho, se calcula que alrededor de la mitad de la población femenina sufre de incontinencia urinaria debido a este debilitamiento. En otros casos puede conllevar a la aparición de un prolapso.
Se trata de una afección en la que, a causa de esta flaqueza, alguno de los órganos pélvicos desciende hasta salir por la vagina. La musculatura puede estar lesionada y que la mujer no padezca prolapso, aunque tendrá más propensión, explica Jorge Ruiz Caballero, jefe de la unidad de suelo pélvico de Salud de la Mujer Dexeus. Debido a la falta de sintomatología en fases iniciales, se trata de una patología que suele diagnosticarse en etapas tardías. Por este motivo, este especialista recuerda la importancia de seguir unas pautas de vida sencillas para evitar o retrasar la aparición de esta afección que puede acabar condicionando la calidad de vida.
Inicialmente, el prolapso suele afectar a un solo órgano. No obstante, con el tiempo suele producirse el efecto dominó. Al estar fuertemente unidos entre sí, cuando desciende un músculo suele producir un efecto de arrastre que acaba afectando a los otros órganos, advierte el ginecólogo Ruiz. Aunque aún se desconocen las causas de esta enfermedad, se han detectado diversos factores de riesgo. El parto es el factor que puede agravar la probabilidad de padecer prolapso, la obesidad, la edad avanzada, estreñimiento crónico, determinadas enfermedades crónicas que requieran toser a menudo o ejercicios o profesiones que conlleven esfuerzos pélvicos repetidos suelen ser los más comunes. Todo parto puede conllevar a un debilitamiento, pero no disponemos de pruebas capaces de prever si la musculatura tolerará o no dicho parto, afirma el especialista. La genética, no obstante, puede ser que juegue un papel muy importante en los tejidos, sobre todo en el colágeno, añade. Por este motivo, la prevención que se realiza hoy en día va dirigida especialmente en la etapa del postparto. Unificamos la visita del postparto con los fisioterapeutas, afirma el especialista de Dexeus.
Se trata de una enfermedad que precozmente suele ser asintomática. Presión o pesadez en la pelvis o la vagina, molestias con las relaciones sexuales o escape de orina, entre otros, suelen ser signos de alarma. El más llamativo, que a su vez es indicativo de que la afección se encuentra en fase avanzada, se produce cuando el órgano sale por la vagina. Normalmente nos encontramos con pacientes que arrastran desde años esta enfermedad, pero no deciden acudir al especialista hasta que no ven que el órgano que sale de la vulva les incomoda en su día a día, advierte el ginecólogo. Mientras que los asintomáticos se palian con sencillas pautas de vida y algunos ejercicios para reforzar la musculatura, los prolapsos en fases avanzadas requieren tratamiento.
Existen varias alternativas para tratar esta afección. Éstas se adaptan al tipo de prolapso que se padezca, la edad de la mujer, así como su posible voluntad de querer tener más hijos. Para aquellas que quieran volver a quedarse embarazadas o que por otros motivos no puedan operarse, una solución transitoria hasta ahora muy satisfactoria había sido la colocación de un pesario. Con la cirugía es posible acabar con esta enfermedad. El riesgo de recidiva se da sobre todo en la cirugía del compartimento anterior (vejiga), que ronda entre el 1 y el 5%.
Además, hoy en día es posible conservar el útero gracias a la laparoscopia. Esta cirugía se ofrece a gente joven, pero aún falta experiencia para saber qué pasaría si la mujer volviese a quedarse embarazada, explica el especialista Ruiz. Aunque recientemente Dexeus ha sido testigo del caso de una mujer joven que prefirió hacer cirugía, se quedó embarazada y tras el parto no ha vuelto a reincidir.