El ojo seco, la enfermedad del siglo XXI
En los últimos años, cada vez hay más personas que consultan por molestias de sequedad ocular. Se estima que afecta a cerca del 30% de la población general y hasta un 75% de personas mayores de 65 años. Aunque a día de hoy no tiene cura, con un tratamiento adecuado se puede mejorar de manera considerable la calidad de vida de las personas que la sufren.
¿Qué es?
El ojo seco es una enfermedad multifactorial, compleja y crónica que afecta a la superficie ocular y que produce molestias oculares, problemas visuales y en algunos casos, lesiones en la superficie del ojo. Como consecuencia, altera de manera directa la calidad de vida tanto en el ámbito personal, como en el laboral, y en algunas ocasiones puede modificar incluso nuestro estado anímico.
Las primeras molestias que se notan son ardor, escozor, fatiga visual, incapacidad para mirar pantallas o leer, fluctuación visual y/o necesidad de mantener los ojos cerrados para descansar.
¿Por qué se produce?
Generalmente, el ojo seco se produce por una falta de producción de lágrima o por una mala calidad de ésta. Otros factores que pueden influir son la inflamación ocular, el estado de los párpados o el tipo de parpadeo que realizamos.
Las causas que lo provocan son muy diversas y pueden darse de forma aislada o confluir varias de ellas. Entre los principales factores de riesgo del ojo seco destacan los siguientes:
• Alteraciones hormonales (adolescencia/menopausia)
• Edad avanzada
• Uso de lentes de contacto
• Consumo de algunos fármacos (antidepresivos, antialérgicos,…)
• Tratamiento con quimioterapia o radioterapia
• Cirugías oculares previas
• Factores ambientales (aire acondicionado, calefacción, ambientes secos o muy contaminados…)
• Alimentación (déficit vitamínico)
• Enfermedades autoinmunes (artritis reumatoide, síndrome de Sjögren,…)
• Hábitos de lectura (uso continuado de pantallas)
¿Cómo diagnosticarlo?
Se debe realizar un examen oftalmológico exhaustivo y pruebas diagnósticas específicas para poder obtener un diagnóstico preciso y con ello, realizar un tratamiento a medida y eficaz.
¿Cómo tratarlo?
En función de la causa y de las características del paciente, el ojo seco puede requerir diferentes tratamientos.
Aparte de mantener una buena higiene palpebral y realizar el tratamiento ocular personalizado en casa, actualmente disponemos de nuevos tratamientos que pueden ayudarnos a mejorar la sequedad ocular. Son tratamientos como la luz pulsada intensa (IPL), la termopulsación (Lipiflow) o la microexfoliación palpebral (Blephex), que se pueden realizar de manera cómoda en la misma consulta. En casos más graves, también existen novedosas terapias regenerativas, como el colirio de Endoret (plasma rico en factores de crecimiento). Miriam barbany. Especialista en ojo seco.