Cuidado con las prácticas sexuales en verano
En la época estival aumentan las prácticas sexuales y con ellas, las relaciones de riesgo
Silvia FidalgoNumeros estudios endocrinológicos demuestran que durante la época estival aumentan las prácticas sexuales, debido a que la absorción de la vitamina D asociada al sol y al calor provoca un aumento de los niveles de testosterona, melatonina y endorfinas. A demás, se produce un incremento del tiempo libre y de la vida social. Las relaciones esporádicas también aumentan, y con ellas existe un mayor riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Por ello, durante el verano debemos seguir unas recomendaciones básicas para practicar sexo seguro y evitar que repercuta negativamente en nuestra salud.
Es primordial utilizar siempre preservativos aunque se usen otros métodos anticonceptivos, y especialmente si se trata de una relación esporádica. Incluso si practicamos sexo en el agua, siempre debemos usar protección, ya que se puede producir igualmente un embarazo no deseado o un contagio de ETS como el SIDA o el Virus del Papiloma Humano (VPH). Desde la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) advierten, además, que la práctica habitual de depilación de las zonas íntimas puede aumentar el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Los preservativos se deben mantener en lugares frescos y secos, y es muy importante que, especialmente en verano, no permanezcan expuestos al sol en lugares como el coche o como la cartera, puesto que podrían romperse al practicar sexo.
Las relaciones sexuales en el agua de la playa o la piscina pueden resultar dolorosas ya que la vagina tiende a resecarse, por lo que es aconsejable evitarlas. Además, el contacto de nuestras partes íntimas con el cloro o la sal puede provocar su irritación y una mayor probabilidad de sufrir cistitis (infección de orina), que ya de por sí es favorecida por las altas temperaturas y por la mayor frecuencia de pácticas sexuales en verano. Durante el acto se produce un intercambio de bacterias entre las dos personas y por ello los expertos recomiendan orinar siempre al terminar las relaciones sexuales para favorecer la expulsión de las mismas.
Y, finalmente, si se decide practicar sexo al aire libre, hay que vigilar siempre que no estemos cerca de nidos de insectos o plantas que puedan pinchar o provocar sarpullidos, sobre todo si tenemos en cuenta que vamos más ligeros de ropa y nuestra piel es más vulnerable.