Cada día más cerca de la píldora anticonceptiva masculina

5613caa7dff26-1420Científicos de la Universidad de Virginia están investigando una enzima que podría ser la clave para producir la píldora masculina

SILVIA FIDALGO

Los métodos anticonceptivos han sido tradicionalmente diseñados para el uso de la mujer, a excepción del preservativo de látex que se popularizó en el siglo XIX. Con los avances en medicina, poco a poco se han ido expandiendo las investigaciones para la creación de métodos de anticoncepción prescritos específicamente para hombres, con el fin de liberar a la mujer de la responsabilidad que supone el uso de métodos hormonales para evitar los embarazos no deseados. Recientemente se presentó Vasalgel, un método anticonceptivo reversible masculino basado en una simple inyección con una sustancia espesa y gelatinosa en los conductos deferentes que imposibilita la salida de espermatozoides durante el coito. Este método todavía se encuentra en fase de experimentación y su puesta en el mercado está prevista para 2018. Aunque en los ensayos está funcionando muy bien, las opiniones que despierta no siempre son positivas, puesto que muchos hombres consideran que se trata de un método poco agradable.

Por este motivo, se ha constatado la necesidad de buscar alternativas, y actualmente, la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia está investigando la opción de poner en marcha el uso de la píldora masculina, cuya acción se parecería en parte a la de la píldora femenina, pero sin alterar las hormonas, reduciendo con ello sus posibles efectos secundarios adversos.

Dado que la mejor forma de prevenir un embarazo actuando sobre el sistema reproductor masculino es evitando que los espermatozoides lleguen hasta el óvulo, los científicos de la Universidad de Virginia decidieron investigar los componentes bioquímicos asociados a la capacidad de nado de los espermatozoides. De este modo, dieron con una enzima, llamada TSSK2, asociada al movimiento de nado típico de los espermatozoides maduros. Los efectos de esta proteína ya habían sido probados por otros científicos, como un grupo de investigadores de la Universidad de Extremadura, que obtuvo un grupo de ratones transgénicos que carecían de este gen, comprobando que, con ello, quedaban totalmente estériles. Demostrado queda pues, que la solución pasa por la búsqueda de un fármaco que consiga inhibir su efecto.

Para conseguirlo, estos científicos estadounidenses han aislado la enzima, con la que podrán probar en el laboratorio distintos fármacos candidatos a inhibirla. Una de las grandes ventajas de este posible método anticonceptivo es que la enzima TSSK2 sólo se produce en los testículos, donde está involucrada con la etapa final de la producción de esperma, por lo que el fármaco no podría ocasionar efectos adversos en otras partes del cuerpo. Aunque la investigación aún se encuentra en una fase muy temprana, parece que, por fin, estamos un poco más cerca de la anticoncepción igualitaria.

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