Candidiasis oral, infección por hongos
Elia Ramos, doctora en 0dontología
La candidiasis oral es una infección micótica (por hongos) frecuente que afecta fundamentalmente a bebés lactantes, personas mayores o enfermos inmunodeprimidos. Está causada por la levadura Cándida, que está presente en la cavidad oral como parte de su flora normal.
La especie más frecuente hallada es la Candida albicans. A pesar de Ia presencia del hongo, ésta no implica que siempre haya una patología infecciosa, ya que el sistema inmunológico es capaz de mantener el equilibrio de la flora bacteriana y fúngica, que es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo.
Es por lo que, cuando estas defensas se debilitan o mueren las bacterias que cohabitan con los hongos, éstos localizan un medio idóneo para reproducirse causando una infección. Según Ia zona más afectada, el aspecto clínico y los síntomas que se vayan a desarrollar pueden variar, pero es común observar en este tipo de infección una placa blanquecina de aspecto algodonoso sobre la superficie de Ia lengua, en el paladar o en el interior de las mejillas que, al rasparlo o al tocarlo con el cepillo de dientes, deja un rastro rojizo e incluso hemorrágico. Suele acompañarse de sensación de ardor escozor o molestias al tragar se ha extendido hacia Ia faringe.
En ocasiones, el aspecto el aspecto no es blanco, sino rojo, fundamentalmente en la zona superior de la lengua, o debajo de prótesis removibles, y suele estar asociado a la ingesta de antibióticos de larga duración o de mal ajuste o falta de higiene de las prótesis, en el caso de personas mayores. El diagnóstico es clínico, aunque es recomendable obtener una muestra y confirmarlo con un análisis microbiológico. En cuanto al tratamiento que se suele llevar a cabo en este tipo de situaciones, suele responder bien a los antifúngicos orales y antisépticos. No obstante, no hay que olvidar que los pacientes con más riesgo son aquellos inmunodeprimidos donde puede extenderse el hongo a otras partes del cuerpo (como, por ejemplo, el esófago, la laringe, el cerebro, los ojos, el corazón o las articulaciones, entre otros) y ser entonces, muy difícil de controlar.