Nuevos avances en reproducción asistida para mejorar la fertilidad masculina
Hace 32 años nacía en España el primer bebé concebido mediante fecundación in vitro. Desde entonces, son muchas las mujeres que se han podido beneficiar de esta técnica para lograr un embarazo. Según datos de la Sociedad Nacional de Fertilidad (SNF), el año pasado se contabilizaron en nuestro país más de 25.000 nacimientos mediante Reproducción Asistida. Los últimos avances en este campo se centran en el factor masculino, con nuevas técnicas que permiten la selección y mejora de los espermatozoides para aislar aquellos que son de mejor calidad, que serán los que luego se utilicen en técnicas de microinyección.
Como afirma el doctor Juan Ordás, especialista en Ginecología y Medicina de la Reproducción en la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, “entre las parejas que nos consultan por la incapacidad de tener descendencia encontramos que, aproximadamente, en un 50% de los casos, hay una causa debida al varón, sea absoluta, por la ausencia total o casi total de espermatozoides en el eyaculado, o relativa, por la mala función espermática”.
Las técnicas de microinyección (ICSI) permiten conseguir numerosos embarazos que no serían posibles mediante FIV tradicional. Sin embargo, como apunta el doctor Ordás, “en estas técnicas la selección de los espermatozoides a inyectar se basa tan solo en criterios morfológicos y de vitalidad. En efecto, no sabemos casi nada sobre la integridad genética de ese espermatozoide, por lo que no podemos impedir la inyección de una célula con su ADN dañado”.
Dada esta limitación, en los últimos años se han investigado nuevos métodos de selección para tratar de conseguir la fecundación con espermatozoides más sanos y capaces. La investigación se ha centrado en lograr técnicas en la que se correlacione la calidad del ADN con ciertas características y propiedades físicas de los espermatozoides.
El método más fiable y de más fácil aplicación es el llamado método Zeta. Como explica el doctor Ordás, “los espermatozoides maduros y con mejor potencial ADN tienen una carga eléctrica negativa en su superficie denominada potencial Zeta. A su vez, los que portan el cromosoma X tienen una mayor carga, lo que explica que, cuando los espermatozoides se seleccionan por este procedimiento, nacen más niñas. La selección se hace exponiendo los espermatozoides a la superficie de un tubo cargado positivamente. Aquellos espermatozoides que mejor se unan a la pared del tubo son los que seleccionamos para ICSI”.
Otro método que mejora la selección de gametos masculinos es la técnica IMSI, inyección de espermatozoides seleccionados por morfología intracitoplasmática. “En este caso los espermatozoides se seleccionan valorando su morfología a un gran aumento, con un microscopio especial (6000 aumentos). Los resultados mejoran, pero se requiere mucho tiempo y esfuerzo”.
La introducción de medios de cultivo que contienen ácido hialurónico es otra posibilidad. El ácido hialurónico rodea al oocito que va a ser fecundado y sólo los espermatozoides sanos pueden pasar esta barrera para fecundar.
La centrifugación en gradientes de densidad es otro de estos métodos. “Mediante el llamado “Swim-up”, permitiría que los espermatozoides con mejor vitalidad “naden” hasta la superficie de unos medios líquidos y allí serían seleccionados”, señala el doctor Ordás, aunque también advierte que esta técnica no supera el porcentaje de embarazos en los que la selección se basa en criterios de vitalidad y morfología.
Información facilitada por Hospital Vithas Nuestra Señora de América