Del porcentaje de niños nacidos tras un ciclo de Fecundación in Vitro, entre un 20 y un 22% corresponde a embarazos de dos fetos
En los últimos años se ha incrementado notablemente el número de bebés gemelos, una circunstancia fruto de las actuales técnicas de Reproducción Asistida. La Medicina conoce desde siempre la incidencia espontánea de embarazos múltiples: un embarazo doble o gemelar cada 84 embarazos sencillos, es decir, nacen un par de gemelos por cada 84 niños únicos.
Durante los primeros años de la Fecundación in Vitro, como señala el doctor Juan Ordás, especialista en Ginecología y Medicina de la Reproducción en la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, se produjo una altísima incidencia de embarazos múltiples. “Si bien, en condiciones de salud normales, una madre tolera bastante bien un embarazo gemelar, a pesar de que exista una mayor morbilidad y mortalidad que en un embarazo simple, no es lo mismo en el caso de que existan tres o más fetos en el útero materno”. En este caso, como apunta el especialista, “las elevadísimas tasas de aborto, de partos prematuros, de hemorragias maternas y de patología grave asociada al embarazo hacen totalmente indeseable una gestación en estas circunstancias”.
La ley sobre técnicas de reproducción humana asistida limita a tres el número máximo de embriones que se pueden transferir en cada ciclo. Aun así, aunque poco frecuentes, se pueden producir un pequeño número de embarazos triples que, como afirma el doctor Ordás, “debemos evitar”.
Embarazo gemelar en cifras
Del porcentaje de niños nacidos tras un ciclo de Fecundación in Vitro, entre un 20 y un 22% corresponde a embarazos de dos fetos, rara vez de tres. Como apunta el doctor Ordás, “si limitamos la transferencia de embriones a solo dos, las cifras se reducen a menos de un 18%, pero seguimos estando muy por encima de ese uno cada 84 que se produce de forma natural”.
La complicación habitual del embarazo gemelar es la prematuridad: “los niños nacidos con bajo peso han de permanecer en unidades de cuidados intensivos pediátricos y tienen mayor mortalidad y morbilidad. A esto se ha de añadir la intranquilidad ante el futuro desarrollo de estos niños, a menudo lastrado por trastornos de crecimiento, enfermedades y taras en el desarrollo intelectual”.
La tendencia actual en Medicina Reproductiva se dirige a evitar que se produzcan embarazos, ya no triples, sino dobles. Para ello, como señala el doctor Ordás, se están ensayando una serie de cambios basados en la mejor calidad de los embriones y la mejor preparación del endometrio de la madre. “La transferencia de embriones únicos, de buena calidad y en el día +5 de su desarrollo proporciona una cifra superior de embarazos si lo comparamos con la transferencia en el día +3. Sin embargo, no lo hacemos así siempre porque los métodos de selección de los mejores embriones son todavía imprecisos y no todos llegan al desarrollo en día +5; algunas veces no llega ninguno, por ello, y mientras perfeccionamos las técnicas, se ha de seguir con la política- actual”.