El análisis del ADN tumoral circulante podría ser clave para anticipar la reaparición del cáncer de mama
“La esperanza para muchos pacientes con cáncer que se someten a una cirugía es que se curarán después de la extirpación del tumor. La pregunta que persiste es si logramos eliminarlo todo, si la cirugía se realizó a tiempo y, por tanto, antes de que las células cancerosas se diseminaran fuera del tumor primario, para sembrar metástasis invisibles, o si, parte de la malignidad microscópica quedó en el sitio original del cáncer. Para responder a esta pregunta recurrimos cada vez más al análisis del ADN tumoral circulante”, explica Isaac Garcia-Murillas, del Institute of Cancer Research de Londres.
El análisis del ADN tumoral circulante es un avance relativamente reciente en la tecnología diagnóstica que se basa en el ciclo natural del tumor. Cuando las células tumorales crecen y mueren, liberan fragmentos de su ADN en el torrente sanguíneo. Este ADN, que contiene la información genética del tumor, circula por el cuerpo y puede ser detectado con pruebas específicas. Gracias al análisis del ADN tumoral circulante es posible identificar mutaciones genéticas mediante una simple muestra de sangre, ofreciendo una alternativa menos invasiva a las biopsias tradicionales, que requieren extraer tejido directamente del tumor. “Encontrar ADN tumoral circulante significa que las células cancerosas todavía están creciendo y muriendo, en algún lugar del cuerpo, incluso a niveles bajos”, añade Garcia-Murillas. La pregunta es, ¿qué hacemos a continuación?
“Si un paciente tiene ADN tumoral circulante detectable después de un tratamiento inicial con intención curativa y/o cirugía, ya no es una cuestión de si el cáncer regresará sino de cuándo”, continúa el experto. “El poder del enfoque es innegable, pero el interrogante es cómo utilizar esto en el manejo de los pacientes a diario. Todavía hay muchas preguntas por responder antes de poder utilizar con confianza el ADN tumoral circulante para guiar el tratamiento de los pacientes”, concluye, apuntando a las investigaciones que actualmente hay en curso como solución a estos interrogantes.
La potencial utilización de biomarcadores que puedan implementarse como pruebas diagnósticas en la práctica clínica es uno de los temas que especialistas de distintos países han abordado en el Envision Summit 2024, el principal encuentro científico anual del grupo de investigación clínica SOLTI, que se ha celebrado en Madrid a finales de este mes. Este encuentro ha sido coordinado por la doctora Mafalda Oliveira, presidenta de SOLTI y oncóloga médica en el Hospital Vall d’Hebron y VHIO, y por Juan Manuel Ferrero, director científico de SOLTI. Ha participado también el doctor David Cescon, del Princess Margaret Cancer Centre, en Toronto.
Fármacos innovadores
Los nuevos conjugados de anticuerpo-fármaco dirigidos a distintas dianas han demostrado beneficios en cáncer de mama metastásico. Por otro lado, la combinación de inmunoterapia con quimioterapia neoadyuvante se ha consolidado como el tratamiento de elección para el cáncer de mama triple negativo temprano, al demostrarse que mejora la supervivencia de estas pacientes. Además, en 2024, se ha aprobado la financiación de nuevas indicaciones de estos fármacos, concretamente satituzumab govitecan para pacientes con cáncer de mama hormonal y trastuzumab deruxtecan para pacientes con cáncer de mama y baja expresión de la proteína HER2. En este último caso, los estudios han demostrado, en paralelo este año, el beneficio de este tratamiento más allá de esta indicación aprobada, con la idea de ampliar el número de mujeres que se pueden beneficiar de esta terapia. Laura Clavijo