Un tercio de personas infectadas por VIH también padecen Hepatitis C
La alta incidencia de cohabitación se debe a que las vías de transmisión convergen
SILVIA FIDALGO. BARCELONA. Se estima que 150.000 personasestán infectadas por VIH en España y aproximadamente un tercio de ellas también están contagiadas por el virus de la Hepatitis C. Cuando VHC Y VIH se dan a la vez en la misma persona hablamos de coinfección, una casuística que no solo dificulta la elección del tratamiento para los enfermos, sino que además supone un mayor riesgo para la salud de éstos. En los últimos años se han logrado muchos avances en la aplicación de los fármacos antivirales y se ha conseguido reducir de forma considerable el número de pacientes coinfectados, tal como indica Juan Antonio Pineda, médico de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología del Hospital Universitario de Valme (Sevilla).
La alta incidencia de cohabitación de los dos virus se debe a que las vías de transmisión de ambas enfermedades convergen, siendo la más destacable la vía parenteral (mediante material inyectable por el contacto sangre con sangre). Hay un alto porcentaje de personas drogodependientes infectadas por VIH y VHC que se contagiaron por compartir jeringuillas no esterilizadas con otros usuarios de drogas, aunque actualmente es menos frecuente que esto ocurra. Ambas enfermedades pueden transmitirse también por vía sexual y por vía perinatal. Hay que aclarar que el VHC es más infeccioso que el VIH por vía parenteral, sin embargo, por vía sexual ocurre lo contrario.
Los enfermos de VIH tienen un sistema inmunológico más vulnerable a la hora de contraer otros virus como el de la Hepatitis C, que además progresa más rápidamente y de forma más agresiva, tal como comenta el experto Juan Antonio Pineda, también miembro del Grupo de Estudio de las Hepatitis Víricas de la SEIMC.
En la década pasada, el tratamiento convencional para el VHC era la combinación de interferón pegilado y ribavirina, que tienen una acción indirecta sobre el virus ayudando al sistema inmunitario a combatirlo. Estos fármacos eran relativamente poco eficaces y tenían importantes efectos secundarios. Con ese tratamiento, las probabilidades de éxito en los pacientes coinfectados son limitadas, ya que su sistema inmunológico es muy vulnerable y el riesgo de sufrir patologías hepáticas graves se multiplica, sobre todo cuando el recuento de CD4 es inferior a 200 células/mm3. Con la aparición de los denominados antivirales de acción directa, que sí actúan directamente sobre el virus y no dependen del sistema inmunológico, se abrió una nueva puerta para los pacientes coinfectados.
No hay que olvidar el impacto psicológico que tiene para el paciente el doble diagnóstico, sobre todo por la estigmatización social que ello conlleva. Juan Ramón Barrios, presidente de Cesida, destaca el temor que sufren los pacientes coinfectados a que su entorno se entere, ya que se trata de enfermedades asociadas de forma errónea exclusivamente a la sexualidad y a la drogadicción. El experto recomienda una buena documentación a nivel clínico y acudir a asociaciones donde puedan recibir un trato personalizado y atención a nivel psicológico. Algunos hábitos saludables como dejar de fumar y de consumir alcohol, alimentarse adecuadamente y reducir el estrés pueden disminuir el riesgo de que progrese el VHC.