Un proyecto para proteger a los profesionales sanitarios de las radiaciones
Los trabajadores de centros de salud y hospitales que realizan las pruebas de imagen médica tienen mayor riesgo de padecer cataratas o cáncer
La radiación utilizada por los equipos de diagnóstico por imagen puede ser perjudicial para la salud de los profesionales que las realizan si acumulan demasiada cantidad de dosis. Este es un riesgo imperceptible para los pacientes sometidos a este tipo de exploraciones, pero no para las personas que están diariamente en contacto con estos aparatos.
En España se realizan cada año más de 47 millones de pruebas de imagen médica. En el ámbito sanitario la radiación ionizante se emite en equipos como el TAC y también de hemodinámica y en procedimientos intervencionistas guiados por imagen que precisan Rayos X.
Los principales riesgos para los profesionales son mayores posibilidades de sufrir cataratas y enfermedades como el cáncer, según Antonio Fernández Ortiz, jefe de la Sección de Intervencionismo del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid.
Para proteger a los profesionales de las consecuencias para la salud de la radiación acumulada, la Comunidad Europea dio un paso definitivo con la normativa 2013/59/EURATOM, que acaba de entrar en vigor. Esta medida baja la dosis máxima de radiación permitida para cada persona de 150 a 20 milisieverts (mSv) al año, lo que obliga a las instituciones sanitarias a llevar un control más efectivo de los niveles de radiación de sus instalaciones radiológicas.
Con el fin de proteger a los profesionales y cumplir con la norma, un programa piloto desarrollado por el servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos, basado en el sistema DoseAware de Philips, registra en tiempo real la dosis de radiación recibida por cada profesional, en cada intervención y a lo largo de su carrera profesional. “El beneficio de esta nueva normativa es que mejoraremos la seguridad radiológica de pacientes y profesionales y que tendremos registros mejores en cuanto a las dosis de radiación, pudiendo justificar mejor los procedimientos y optimizarlos”, señala Eliseo Vañó, ex-miembro de la Comisión Internacional de Protección radiológica (ICRP) e investigador principal del proyecto.
El software dispone de un sistema de alertas que avisa al profesional en la sala de intervención de su nivel de exposición en tiempo real, permitiéndole corregir su actuación o recolocarse para estar más protegido.