Termoplastia bronquial, alternativa para asma grave
Esta técnica reduce la sintomatología y disminuye las visitas a urgencias a menos del 50% y las bajas laborales al 66%
A. AMARELLE, Madrid. Los pacientes con asma grave a menudo tienen una escasa respuesta al tratamiento y presentan frecuentes exacerbaciones que requieren repetidos ingresos en urgencias y la toma de corticoides. La termoplastia bronquial parece haber logrado superar la barrera de estos casos complicados. Con esta técnica no se consigue la curación del paciente asmático, pero reduce sustancialmente su gravedad. Diversos estudios han demostrado que los síntomas disminuyen de manera destacada y mejora la calidad de vida. A los cinco años tras el tratamiento la eficacia se mantiene y persisten las mejoras conseguidas en el primer año. Además, las bajas laborales disminuyen en un 66% y las visitas a urgencias a menos de la mitad. Ambos aspectos tienen un importante impacto en el gasto sanitario.
La correcta selección de pacientes susceptibles de ser tratados con termoplastia bronquial es esencial. Se debe asegurar que el asmático cumple el tratamiento prescrito por el neumólogo a base de broncodilatadores, corticoides inhalados y antileucotrienos, entre otros. Una vez cumplidos todos los tratamientos si, a pesar de todo, el paciente tiene exacerbaciones, puede ser candidato de la termoplastia bronquial, señala Javier Flandes, jefe de la unidad de broncoscopia y neumología intervencionista de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
El tratamiento se realiza en tres sesiones de unos 45 minutos espaciadas en tres o cuatro semanas. En cada sesión se tratan todos los bronquios subsegmentarios. En el primer tratamiento se trata el lóbulo inferior derecho, en el segundo el lóbulo izquierdo inferior y en el tercero los dos lóbulos superiores, añade Javier Flandes. Consiste en aplicar una descarga de radiofrecuencia, que alcanza una temperatura local en torno a 60 grados, de manera que se consigue destruir el músculo liso que está hipertrofiado y produce la broncoconstricción en pacientes asmáticos.
Recientemente, la revista científica The Journal of Allergy and Clinical Immunology publicó los resultados del ensayo clínico Asthma Intervention Research 2 (AIR2), que valora la seguridad y eficacia de la termoplastia bronquial Alair, desarrollada por Boston Scientific. A los pacientes tratados se les realizó seguimiento de cinco años. Se ha podido demostrar que los pacientes disminuyen de forma significativa las exacerbaciones, las veces que van a urgencias y los días que pierden de trabajo, colegio u otras actividades, apunta este especialista.
Durante la termoplastia bronquial el paciente sigue tomando su medicación habitual, pero también las cantidades de ésta disminuyen. Aunque no se han detectado efectos secundarios significativos, los primeros cinco días tras la intervención puede darse un empeoramiento transitorio. De momento, al ser un tratamiento muy novedoso que debe realizarse en unidades especializadas, todavía es una técnica utilizada en pocos centros.