Telemedicina: una necesidad, no un capricho
Por Domingo Orozco-Beltrán, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud Cabo Huertas de San Juan de Alicante.
En España se registran en Atención Primaria (AP) una media de cerca de 10 visitas al año por persona, y si se trata de un paciente con patologías crónicas, la media se duplica. Aunque muchas de ellas se deben a motivos burocráticos que siguen condicionando la AP, la mayoría se caracterizan por ser breves, ocasionando en el paciente una sensación de falta de comunicación para dar respuesta a sus demandas, lo que dificulta la adherencia de los pacientes a los tratamientos y facilita la inercia terapéutica por el profesional. Es preciso hacer “intervenciones diferentes para obtener mejores resultados”, y entre esas acciones se recomienda una mayor comunicación con el paciente favoreciendo la toma de decisiones compartidas.
En la circunstancia de pandemia actual, el miedo al contagio por acudir a centros sanitarios es un nuevo factor que hace que muchos pacientes renuncien a la comunicación presencial con el profesional sanitario, dificultando la prestación de una atención sanitaria adecuada. Todo ello reclama la necesidad de poner en marcha métodos de comunicación no presenciales.
La telemedicina (TM) permite de forma sencilla y eficiente mejorar la comunicación con el paciente y especialmente con el paciente crónico. Sobre todo, en AP donde son seguidos la mayoría de estos pacientes. Y la tele monitorización hace posible realizar un seguimiento adicional al de la consulta tradicional, permitiendo un mejor control, como lo demuestran las numerosas publicaciones y experiencias realizadas a nivel internacional.
El reto es extender estas experiencias a la práctica habitual en España, especialmente en la medicina pública. La TM es complementaria de la visita presencial, que es imprescindible, por ejemplo, para realizar una exploración física. El Estudio VALCRONIC, el de mayor amplitud hecho en nuestro país, ha demostrado resultados positivos en la atención de los pacientes crónicos con los dispositivos de TM.
Ya hay disponibles plataformas de comunicación como ti.care, entre otras, de acceso gratuito, que incorporan medios de comunicación síncronos y asíncronos como mensajería de texto, email o video llamada sin necesidad de que el medico utilice su móvil personal o su correo electrónico. .
La pandemia ha puesto de manifiesto que el papel de la AP debe ser más reconocido. Se le debe dotar con más presupuesto y más medios, incluyendo herramientas de comunicación actuales. Por ello, las autoridades deberían incorporar a la AP otras tecnologías de comunicación médico-paciente diferentes al método inventado por Alexander Graham Bell o por Antonio Meucci (a elegir) en el siglo XIX.