Tal Ben-Shahar. “Sólo hay dos tipos de personas que no sufren emociones dolorosas: los psicópatas y los muertos”
Tal Ben-Shahar, profesor de psicología en Harvard que estudia la “felicidad”
Doctor en psicología y filosofía, Tal Ben-Shahar tiene el récord de la asignatura con mayor número de estudiantes de la historia de la Universidad de Harvard: más de 1400 alumnos por semestre. Gracias a su curso de Psicología Positiva, el profesor Tal Ben-Shahar se ganó pronto entre los estudiantes el apodo del “profesor de la felicidad”. Sus lecciones desde la ciencia sobre cómo afrontar la vida con entusiasmo y alegría han saltado del aula para convertirse en bestsellers de éxito mundial. Ben-Shahar es autor de libros como “Elige la vida que quieres” o “Practicar la felicidad”, entre otros, en los que nos habla sobre las emociones y el aprendizaje, la creatividad, la capacidad de innovación, y en definitiva, la mejora de la vida diaria de las personas. Las relaciones sociales, la amistad, el manejo de las emociones negativas o las rutinas cotidianas para aumentar la felicidad, son algunas de las claves que comparte en sus clases sobre la ciencia de la felicidad en universidades como IDC-Herzliya (Israel) y en conferencias de todo el mundo. ¿Se puede aprender a ser feliz? La respuesta de Ben-Shahar es “sí, podemos cambiar nuestros niveles de felicidad”, pero va más allá y reclama que deberíamos enseñar en las escuelas a ser felices.
.P- ¿Por qué la felicidad es un tema tan recurrente?
Tal Ben-Shahar. La felicidad es un tema muy en boga en la actualidad y lleva siéndolo desde hace miles de años. Aristóteles, uno de los padres de la filosofía occidental, habla de la felicidad como el fin más elevado de la humanidad. Confucio habla de religión. Habla de la felicidad en este mundo y en el más allá. Pero hoy en día se habla más tanto en los periódicos como en los bares. Está en todas partes, y la pregunta es por qué. Creo que la respuesta es que, en la actualidad, por primera vez, hay una ciencia de la felicidad. Una cosa es filosofar sobre la felicidad, hablar de la relación entre la religión y la felicidad en este mundo o en el más allá. Pero cuando hay una ciencia de la felicidad que aporta herramientas reales que puedes aplicar, ya sea en tu vida o en la de tus hijos, o en tu organización, eso es algo diferente, y a la gente le interesa.
.P-Me alegra que haya introducido el concepto de «ciencia de la felicidad». Cuando la gente piensa en la felicidad, normalmente relacionan ese estado con alcanzar un objetivo o experimentar placer en el momento presente. ¿Es una buena definición de felicidad? ¿O deberíamos definirla de otra forma?
Tal Ben-Shahar. Sí, casi nadie entiende cómo alcanzar la felicidad. La mayoría dice: «Si tengo éxito seré feliz». Ya sea al alcanzar riquezas o fama, o alcanzar un determinado objetivo profesional o personal, si una mujer o un hombre acepta salir conmigo, si mis objetivos se cumplen. Por desgracia, no funciona así. Por eso a menudo vemos personas con mucho éxito, con mucho dinero y muy realizadas que son muy infelices. Porque creen que, si consigues un objetivo determinado, si consigues este hito, entonces serás feliz. Pero lo consiguen, cumplen su objetivo, ganan un montón de dinero, y siguen sin ser felices. Y no solo no son felices, también se sienten perdidos porque están desilusionados. Hasta ese momento tenían la ilusión de que cuando lleguen ahí serán felices, pero llegan y no son felices, no pueden ni sustentarse en la ilusión. Alcanzar un objetivo no nos hace felices a largo plazo. Sí que sentimos una subida en nuestros niveles de bienestar, pero dura poco. Se ha investigado a quienes ganan la lotería. Gente que gana millones de dólares, es su sueño hecho realidad. Creen que serán felices para el resto de su vida. En tres meses han vuelto al punto de partida, pero más desilusionados. Se ve en profesores de universidad, que se han pasado la vida luchando para ser titulares. Cuando llegan a titulares creen que serán felices para siempre, pero les dura un mes, seis meses como mucho. Llegar a un punto determinado conlleva un bienestar temporal, no a una subida permanente en el nivel de felicidad.
P-. ¿Y qué es lo que dice la ciencia de la felicidad sobre lo que nos hace felices?
Las personas que expresan gratitud con regularidad tienen más éxito. La ciencia de la felicidad nos dice cosas de sentido común. Muchas de esas cosas ya me las decía mi abuela. Ahora la ciencia le da la razón. Por ejemplo, las relaciones son lo más importante para una vida feliz. A nivel individual, se realizaron investigaciones por parte Martin Seligman, padre de la psicología positiva y sus colegas sobre la gente más feliz del mundo. ¿Qué les diferencia? Y descubrieron que una de las dos cosas que les diferencian es que tienen unas relaciones íntimas sólidas. Eso puede referirse a las relaciones románticas, pero también amistades, familia… No son relaciones perfectas, porque en las relaciones más íntimas hay desacuerdos y conflictos. Pero tienen esas relaciones y son una prioridad en su vida. En el mundo de hoy en día, con la tecnología que nos rodea, y que pronto estará dentro de nosotros, las relaciones reales, no las virtuales, han pasado a un segundo plano. Y eso, por desgracia, resta felicidad a la gente. Las relaciones son muy importantes para la felicidad.
Otra cosa clave para la felicidad es la gratitud, el reconocimiento. Oprah hablaba de ello en mil novecientos noventa y nueve, cuando no había ciencia al respecto. Hoy sí que la hay. Y ha demostrado que quienes expresan gratitud con regularidad y no dan por hecho lo que tienen, no ignoran los problemas, pero tampoco ignoran lo que tienen, estas personas no solo son más felices y más optimistas, también tienen más éxito y consiguen sus objetivos, físicamente están más sanos. Así que realmente fortalecemos nuestro sistema inmunológico cuando nos concentramos en ser agradecidos. Mi palabra favorita es «apreciar». «Apreciar» significa dar las gracias por algo. Pero la palabra «apreciar» tiene otro significado: Aumentar el valor. Si metes dinero en el banco, con suerte aumenta de valor y tienes más. Los dos significados de «apreciar» están conectados. Porque cuando aprecias las cosas buenas de tu vida, las cosas buenas se aprecian y tienes más. Y la conexión no es meramente etimológica, hay pruebas científicas que demuestran que cuando aprecio a mi pareja, cuando aprecio mi trabajo, cuando aprecio mi vida, las cosas buenas en mi vida aumentan de valor y tengo más.
P- Hablando de la amistad y de las relaciones humanas en general, has mencionado un concepto muy hermoso del que me gustaría que hablaras más. El concepto de los «hermosos enemigos».
Tal Ben Sahar. La frase «hermoso enemigo» viene de un texto de Ralph Waldo Emerson, que fue un filósofo estadounidense del siglo XIX. Lo que escribió en su ensayo sobre la amistad es que en un amigo él no busca un montón de concesiones, una persona que le dé la razón en todo lo que diga. Lo que busca es una persona que le desafíe, que le presione, que sea un hermoso enemigo que le ayude a alcanzar la verdad. ¿Qué buscas en un amigo? ¿Buscas a alguien que te diga sí a todo? A veces necesitamos una palmadita, alguien que nos diga que somos geniales a pesar de todo. Pero a largo plazo, queremos a alguien real. Que nos diga cuando no está de acuerdo, que nos desafíe, que nos ayude a alcanzar la verdad, a ser mejores personas, a tener más éxito, a ser más felices. Ese es el amigo de verdad, no una persona que nos da la razón a todo lo que decimos. Eso también tiene que ver con las relaciones. Hay muchas investigaciones sobre relaciones románticas. Y demuestran que, a largo plazo, para mantener la felicidad dentro de la relación, también tiene que haber conflicto. Si estáis de acuerdo en todo… No me refiero a la fase de enamoramiento donde nuestra pareja es perfecta. Cuando dejan de ser perfectos, cuando nosotros dejamos de serlo. Ahí es cuando necesitas un hermoso enemigo. Y los conflictos ayudan a elevar la relación, y también elevan a cada individuo. Hay un texto precioso de David Schnarch . En su libro Passionate marriage habla de cómo el matrimonio o cualquier relación larga, es una máquina de crecimiento. Y crecemos a través del conflicto, a través del desacuerdo, a través de un hermoso enemigo. No basta con ser un enemigo, con tener conflicto, obviamente también tenéis que pasarlo bien, experimentar alegría juntos. Hay que tener las dos cosas: lo hermoso y el enemigo. Eso lleva a la felicidad a largo plazo.
P-. Además del conflicto, se tiene la idea de que tener emociones negativas, como la tristeza, como el enfado, nos impide ser felices. Pero tú sostienes que, en realidad, esas emociones nos ayudan en la búsqueda de la felicidad. Me gustaría que nos explicaras qué papel juega el sentirnos mal para alcanzar una vida más plena y feliz.
Tal Ben-Shahar. Me alegra que me lo preguntes, es una parte importante de ser feliz. Cuando empecé a dar este curso en Harvard tenía ocho alumnos en clase. Dos se la dejaron y me quedé con seis. Mi ego se resintió un poco. Pero recuerdo que un día me fui a comer, y un alumno que no estaba en mi clase se me acercó y me dijo: «¿Puedo sentarme?», y yo dije que sí. Se sentó conmigo y me dijo: «He oído que das una clase sobre felicidad». «Sí, Psicología positiva». Y me dijo: «Mis compañeros de piso están en tu clase». Eran dos de los seis alumnos. Y entonces me dijo: «¿Sabes? Ahora que das una clase sobre felicidad debes ir con cuidado». Y dije: «¿Por qué?». «Tienes que andarte con ojo». Y yo dije: «¿Y eso?». «Porque si te veo infeliz, me chivaré a ellos». Al día siguiente lo comenté en clase y les dije a mis seis alumnos: «Lo último que quiero que penséis es que siempre estoy feliz. O que vosotros, cuando acabe el curso, estaréis siempre aquí arriba». Solo hay dos tipos de personas que no experimentan dolor, como enfado, tristeza, ansiedad, decepción, envidia, miedo… Hay dos tipos de personas que no sienten emociones dolorosas. El primero son los psicópatas, no pueden sentir emociones dolorosas. El segundo tipo de persona que no las siente son los muertos. Sentir emociones dolorosas es una buena señal: No eres un psicópata y estás vivo. Podemos trabajar con eso.
P- Pero el problema que hay hoy en día es muy serio, y es que la gente cree que ser feliz significa ser feliz todo el tiempo. Qué si alguna vez sientes tristeza, ansiedad o envidia hacia tu mejor amigo, o miedo, significa que te pasa algo malo. Lo que te pasa es bueno. Lo malo sería si no pudieras sentir estas emociones. Cuando rechazamos estas emociones, he ahí la paradoja, estas se fortalecen y se intensifican. Pero si dejamos que estas emociones fluyan a través de nosotros, y lloramos, hablamos con nuestro mejor amigo, escribimos un diario para expresar nuestras emociones, si dejamos que fluyan a través de nosotros será más probable que se marchen, y será más probable que nos abramos a las emociones placenteras y alegres.