¿Quién puede responder satisfactoriamente al tratamiento endovascular del ictus?
Un proyecto del IGTP está desarrollando un prototipo de dispositivo médico portátil para valorar si el tejido cerebral es viable
El ictus es la segunda causa de muerte en España -la primera en mujeres- y el primer motivo de discapacidad adquirida en adultos. Según la Sociedad Española de Neurología, cada año unas 110.000 personas sufren uno, la mayoría de los cuales es de tipo isquémico; esta clase de accidente cerebrovascular se produce cuando una arteria se obstruye y dejar de irrigar sangre correctamente al cerebro, lo que provoca síntomas que, de no corregirse en un periodo de tiempo corto, se vuelven irreversibles.
Solo existen dos tratamientos, recientes, para esta enfermedad neurológica, uno farmacológico, que tiene muchas limitaciones; y otro endovascular que consiste en desatascar de forma mecánica la obstrucción arterial que ha causado el ictus. Si embargo, a pesar de que este último es más eficaz que el farmacológico, no obtiene una buena respuesta en todos los pacientes.
“Veíamos que había personas que pese a aplicarles el tratamiento, continuaban teniendo síntomas o se quedaban con una discapacidad significativa que les impedía realizar actividades básicas diarias”, explica Alícia Martínez Piñeiro, coordinadora de la Unidad de Enfermedades neuromuscularess del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona.
Junto a su equipo, esta investigadora del Institut de Recerca Germans Trias i Pujol ha descrito un biomarcador, que es una onda cerebral que refleja la actividad eléctrica de un grupo bastante grande de neuronas del córtex cerebral, una región que suele estar afectada en un ictus isquémico, permite valorar si el tejido cerebral es aún viable o no. “En un campo con riego automático, si el riego falla, las plantas se irán secando hasta que lleguen a punto de no retorno. Eso mismo ocurre en nuestro cerebro cuando le falta aporte de sangre y es lo que nuestro biomarcador refleja, la viabilidad del tejido cerebral”, explica Martínez Piñeiro.
Ahora, esta investigadora está desarrollando un prototipo de dispositivo médico portátil que pueda utilizarse tanto en hospitales como fuera “que pueda ayudar al médico a ajustar las decisiones terapéuticas”. Esperan tenerlo listo antes de otoño. *Proyecto de investigación impulsado por la Fundación ‘la Caixa’