Mejoras terapéuticas para el cáncer colorrectal metastásico
El futuro está en la medicina de precisión, desde el perfil clínico hasta medicamentos dirigidos a mecanismos de las células tumorales .
El cáncer colorrectal sigue siendo el que más prevalencia registra, con una estimación total de 44.294 nuevos casos en 2024, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Es un tumor que, detectado en estadios precoces, tiene un índice de supervivencia a los cinco años que supera el 90%. Pero además de insistir en la tremenda importancia de esta detección precoz, hay que poner el foco en los estadios más avanzados, en los que esa supervivencia desciende a porcentajes de en torno al 50-70%. “En nuestro país están completamente implementados los programas de detección precoz para detectar los estadios más precoces. Aun así, en aproximadamente un 20% de los casos, la enfermedad puede diagnosticarse en lo que llamamos estadio IV; esto significa que existen lesiones metastásicas en otros órganos, siendo el hígado una de las localizaciones más frecuentes”, expone Elena Élez, investigadora principal del grupo de cáncer colorrectal del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).
Para abordar estos casos, la estrategia terapéutica más pertinente debe ser discutida en comités multidisciplinares y puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia u otro tipo de tratamientos, que han permitido mejorar mucho el pronóstico de la enfermedad. La doctora Élez aclara: “Depende de la enfermedad en cuanto a localización, perfil molecular, posibilidad de técnicas quirúrgicas, eficacia de los tratamientos sistémicos, etcétera. Pero es cierto que el porcentaje de pacientes con enfermedad metastásica que evolucionan bien, cada vez es mayor”.
A pesar de todo, aún existe una alta necesidad de nuevas opciones terapéuticas para pacientes con cáncer colorrectal metastásico (CCRm), ya sea avanzado o recurrente, en comparación con otros cánceres.
Presente y futuro terapéutico
El avance en las técnicas diagnósticas, quirúrgicas y terapéuticas ha facilitado mejorar radicalmente el pronóstico de los pacientes con CCRm y también su supervivencia y calidad de vida. “Sin embargo, todavía hay mucho margen de mejora: tratamos que las cirugías sean cada vez más conservadoras o que los tratamientos tengan menos efectos secundarios. A veces se requieren cirugías importantes del intestino grueso o incluso colostomías, muy disruptivas en el día a día de los pacientes. Los tratamientos quimioterápicos siguen siendo necesarios y la mayoría de estos se administran de manera endovenosa. Esto implica que los pacientes deben acudir a numerosas visitas para controles clínicos y analíticos, para administrar los tratamientos cada dos semanas y además dichos tratamientos pueden durar horas, a lo que se suman efectos secundarios asociados. Además, tenemos un importante número de pacientes que llegan a requerir distintos tratamientos a lo largo del tiempo”, expone la especialista del hospital Vall d’Hebron. Por tanto, el perfil de potenciales medicamentos se ha de mejorar partiendo de las experiencias de los pacientes.
Según la SEOM, la inmunoterapia y la medicina de precisión, con la progresiva incorporación de las terapias dirigidas y la mayor caracterización de subgrupos, son el futuro del cáncer colorrectal avanzado.
En palabras de la doctora Élez, “conocer y entender mejor la biología de base de cada tipo de tumor ha permitido diseñar medicamentos dirigidos a dianas concretas de las células tumorales. Estos fármacos, combinados o no con quimioterapia, ofrecen mayor probabilidad de beneficio y suelen tener mejor tolerancia, puesto que esto es una absoluta prioridad en investigación”. Amparo Luque.