Novedades en el tratamiento de las alopecias

El término alopecia significa pérdida de cabello adquirida, reservando el término de atriquia cuando esta es congénita. La alopecia es un problema médico, pero hoy en día tiene connotaciones estéticas.

Dividimos las alopecias en cicatriciales y no cicatriciales, según exista un daño irreparable del folículo piloso o no lo haya. La afección folicular del liquen plano producirá, por ejemplo, alopecia cicatricial, mientras que la alopecia areata, donde se observa un infiltrado inflamatorio, o la alopecia androgenética (calvicie común) serían de tipo no cicatricial. Justamente en estas dos últimas encontramos novedades terapéuticas. La calvicie común mejora con varios tratamientos científicamente demostrados, tanto tratamientos médicos quirúrgicos como de dispositivos especiales.

Desde hace años se viene utilizando minoxidil tópico, del dos al cinco por ciento, apreciándose mejorías variables según cada paciente. Presenta el inconveniente de tener que aplicarlo a diario, dejando el cabello mojado. Desde hace unos tres años, varios estudios han demostrado la efectividad del minoxidil oral, de uno a cinco milígramos por día, según edad y sexo.

Este fármaco engrosa el cabello y es especialmente notable en el vello fino o largo, y además mejora todo tipo de alopecias. Pero puede producir vello facial en la mujer y está contraindicado en cardiopatías, por lo que debe usarse bajo control médico. Otras novedades menos recientes son la mesoterapia con dutasteride o con Factores de Crecimiento (PRP), o el uso tópico de finasterida.

Tratamientos para la alopecia areata

La alopecia areata, enfermedad de base inmunológica, clásicamente se ha tratado con sensibilizantes (difenciprona) o bien con inmunosupresores (metothrexate, azatioprina, ciclosporina A) asociados o no  a corticoides. Aunque la mejor opción son los minipulsos semanales de dexametasona. La novedad es el efecto beneficioso con agentes biológicos que actúan directamente sobre las células responsables de la enfermedad  (linfocitos CD8): los inhibidores de las JAK-kinasas (tofacitinib, baricitinib, ruxolitinib y ritlecitinib) algunos ya aprobados recientemente en Estados Unidos y en Europa para cuando la afectación supera el 50% del cuero cabelludo. Estos fármacos  no están exentos de efectos secundarios como anemia, neutropenia (facilidad para las infecciones) y trombocitopenia, por tanto, su uso debe seguirse bajo estricto control médico. Con estos fármacos se consiguen mejorías aceptables aproximadamente en el 50% de los casos a los seis meses de tratamiento. Se ha ensayado su uso tópico, pero con resultados pobres. Hoy en día se están probando nuevos fármacos como el apremilast y el dupilumab, también útil con la dermatitis atópica. Juan Ferrando. Profesor Honorario de Dermatología. Hospital Clínic. Universidad de Barcelona.

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