Epidemia de ITS: ¿por qué los jóvenes son más vulnerables?
Los registros de infecciones de transmisión sexual (ITS) continúan aumentando año tras año desde el inicio del nuevo milenio en nuestro país. Diagnosticamos más casos de clamidia, gonorrea o sífilis, que son las infecciones que se declaran obligatoriamente y, por tanto, las que podemos controlar. Estos registros nos informan, además, de que el incremento es mayor entre los más jóvenes.
Las ITS son un importante problema de Salud Pública. Son infecciones muy frecuentes que pueden tener un enorme impacto en la salud y en la calidad de vida de los pacientes. Además, la mayoría son asintomáticas, lo que dificulta mucho su control.
El incremento de las ITS responde a varios factores. Uno de los más importantes, y esta es una buena noticia, es que disponemos de técnicas más avanzadas y sensibles para diagnosticarlas. También tenemos controladas a muchas más personas con riesgo de contraer ITS. Desde 2019, con la implantación de la profilaxis Pre-exposición para el VIH (conocida como la PrEP) en España, miles de usuarios con un riesgo elevado de adquirir una infección por VIH realizan controles de ITS de forma periódica. La PrEP ha conseguido frenar los casos de VIH en nuestro país. Un éxito rotundo y muy esperado que además está jugando un papel relevante en el aumento de los registros de ITS.
Información adecuada para la juventud
Las generaciones que han madurado en este milenio se han escapado del miedo que pasamos en las décadas anteriores a contraer una infección por VIH. Tristemente, se han escapado también de una formación en salud sexual. La forma de vivir la sexualidad va cambiando y el cambio lo lideran los más jóvenes. Tienen más parejas sexuales, tienen más sexo con parejas anónimas, ha aumentado el consumo de drogas en el contexto de las relaciones y, sobre todo, se ha reducido drásticamente el uso de métodos barrera como el preservativo. Lo que no tienen nuestros jóvenes es la información adecuada, y sin ella, son más vulnerables.
Ante la evidencia de los números, parece imprescindible preparar a nuestros adolescentes para vivir su sexualidad de forma segura y responsable, así como garantizar su acceso a un sistema sanitario de calidad. Los jóvenes están desinformados y desprotegidos, los profesionales no damos abasto. La pelota está en el tejado de las instituciones. Irene Fuertes