Desarrollan células cerebrales sanas a partir de células de la piel
Científicos de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, han utilizado por primera vez células madre de la piel pluripotenciales e inducidas para desarrollar células madre sanas de su propia mielina, la capa de las neuronas que permite la transmisión de impulsos nerviosos desde el cerebro.
Este hallazgo, que publica en su último número de la revista ‘Cell Stem Cell’, puede abrir una nueva alternativa terapéutica para las enfermedades neurodegenerativas como la leucodistrofia pediátrica o la esclerosis múltiple.
La mielina actúa como el aislante de los cables de electricidad, es un tejido graso que enfunda las conexiones entre las células nerviosas y asegura la transmisión nítida de una célula a otra. “Y lo que nosotros logramos fue establecer la técnica para crear las células que hacen la mielina”, ha explicado a la BBC Steven Goldman, responsable de la investigación.
En una etapa temprana del estudio, el equipo de Goldman trasplantó células en ratones con enfermedades de mielina y consiguió que éstas “restauraran completamente la mielina del cerebro y la médula espinal de los animales, lo que permitió que sobrevivieran”.
El siguiente reto era identificar la fuente ideal para producir las células de mielina, ya que hasta ahora las investigaciones estaban enfocadas en células madre embrionarias, que conllevan una serie de problemas tanto éticos como de efectos secundarios.
“En varios estudios se estableció que el uso de células de embriones podría producir tumores. También preocupaba el hecho de que nunca son la coincidencia genética del paciente en que estas trasplantando la célula y tienes que usar inmunosupresores para evitar el rechazo”, ha explicado Goldman.
Sin embargo, el tejido de la piel se ocupa de resolver todos estos problemas ya que, en primer lugar, “no hay un problema ético”. Además “en estas células no se ve que se generen tumores y, por último, como se pueden tomar del mismo paciente, no producen rechazo”.
Goldman ha reconocido que se trata de un proceso largo, ya que a los expertos les llevó cuatro años establecer la señalización química exacta necesaria para reprogramar, producir y purificar células oligodendrocitos progenitores en suficientes cantidades para trasplantar en pacientes.
Tras esto, preparar a cada paciente les llevaría al menos seis meses, por lo que “el tiempo podría ser una desventaja”.
El próximo paso, según ha avanzado, será iniciar en los próximos dos años estudios clínicos para tratar esclerosis múltiple a partir de estas células reprogramadas de la piel.
EP