Cirugías para mejorar la movilidad y calidad de vida de personas con lesiones neurológicas
El Institut Guttmann, de Badalona, es pionero en España en la realización de transferencias nerviosas en pacientes tetrapléjicos y el uso del modelo 3D en las resecciones de osteoma.
Cuando una lesión afecta a la médula espinal cervical se produce una parálisis de las extremidades superiores además, de las inferiores. La función de la mano, la muñeca, el codo e incluso el hombro quedará paralizada dependiendo del nivel cervical lesionado en el traumatismo, de manera que cuanto más alta es la lesión neurológica, más grave es la limitación física asociada. La transposición tendinosa es la intervención quirúrgica que se realiza para mejorar la movilidad de las extremidades superiores y fomentar la autonomía del paciente con tetraplejia. Esta técnica implica la desinserción de músculos con movilidad activa y su posterior inserción en otra ubicación, con el objetivo de realizar la función de otro músculo que quedó paralizado al no recibir el estímulo nervioso tras la lesión medular.
Álex del Arco, cirujano neuroortopédico del Institut Guttmann, explica que esta cirugía se realiza en muy pocos centros en España, y que precisa de un equipo multidisciplinar que incluye no solo al equipo de cirujanos ortopédicos sino también a médicos rehabilitadores, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales. “El Institut Guttmann se sitúa a la cabeza en España, con más de 100 transposiciones tendinosas realizadas desde 1990”, subraya. Además, es pionero desde hace dos años en una intervención prometedora: la transferencia nerviosa. Su origen nace de la necesidad de dar respuesta a pacientes con lesiones cervicales altas donde no se dispone de músculos funcionales que se puedan transferir, y en la cual se conecta un nervio sano a otro afectado para recuperar la transmisión de impulsos nerviosos y, por tanto, la función del músculo paralizado.
Ventajas e inconvenientes
La principal ventaja de la transferencia nerviosa es que ofrece un resultado más ambicioso, al poder recuperar la función de más músculos y conseguir un movimiento más preciso. “La transposición tendinosa proporciona una mayor fuerza al agarrar un instrumento, como un vaso, por ejemplo, pero no es tan fina como la transferencia nerviosa, que podría permitir, quizás, teclear un ordenador”, puntualiza. Otra ventaja es que es menos “mutilante” en comparación con la transposición tendinosa, ya que no altera la anatomía del paciente. Además, después de la intervención no es necesario inmovilizar la extremidad con una ortesis.
Uno de los inconvenientes asociados a la transferencia nerviosa es su proceso de recuperación prolongado. “Con la transposición tendinosa, el paciente empieza a percibir cambios desde las primeras semanas tras la cirugía. En cambio, con la transferencia nerviosa, el nervio paralizado necesita reinervarse y lo hace a un ritmo de un milímetro por día. Eso hace que el paciente tenga que esperar aproximadamente un año para notar los efectos de la operación”, explica. Por otra parte, el resultado de la transferencia nerviosa es menos predecible. En los dos últimos años, se han operado 12 pacientes de transposiciones nerviosas en el Institut Guttmann, algunas de ellas combinadas con transposiciones tendinosas.
El Institut Guttmann destaca por la complejidad y carácter pionero en las intervenciones que realiza en el ámbito de la neuroortopedia, tanto en lesiones medulares como en otras lesiones neurológicas. Es el caso de la cirugía multinivel, introducida en el hospital hace más de una década por el equipo dirigido por el traumatólogo y neuroortopeda Frederic Dachs, técnica que aborda la problemática de niños con espasticidad (contracturas musculares secundarias a una lesión cerebral que impiden caminar de forma autónoma). Clásicamente se sometía al niño a sucesivas intervenciones que podían suponer dos años de entradas y salidas del hospital. Con la cirugía multinivel se planifica la intervención en función de los resultados obtenidos en el laboratorio de la marcha del hospital y mediante un equipo de cuatro cirujanos se realizan hasta nueve procedimientos quirúrgicos de forma simultánea y bilateral. Así se lleva a cabo todo el tratamiento quirúrgico en una sola sesión.
Otro ejemplo son las 60 intervenciones en pacientes con lesiones neurológicas, enfocadas en la extracción de osteomas o calcificaciones heterotópicas que crecen alrededor de las articulaciones, mayoritariamente en la cadera, bloqueándola y causando dolor y graves limitaciones de movilidad. Estas cirugías conllevan un alto riesgo de lesiones vasculares, por lo que se realizan en colaboración con un cirujano vascular. El Institut Guttmann utiliza en estas intervenciones modelos 3D del área que va a ser intervenida, basados en imágenes de angioTAC. Gracias a ellos, el equipo de cirugía dispone en el quirófano de un modelo exacto de los huesos y los vasos sanguíneos del paciente, lo cual permite una mejor planificación de la operación y una aproximación más segura a la hora de intervenir, lo que reduce el riesgo de causar una lesión. Laura Clavijo