Beneficios del ejercicio físico en mujeres con cáncer de mama
Es recomendable que durante el confinamiento por el COVID-19 hagan actividad física
La realización regular de ejercicio físico, además de mejorar el estado general de salud y la calidad de vida, disminuye el riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer, entre ellos, el de mama, según revela la evidencia científica. Además, la actividad física contribuye a reducir o prevenir los efectos secundarios de los tratamientos para este tumor. Por este motivo, y dada la situación actual de confinamiento de la población a causa de las medidas contra el COVID-19, el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama ha elaborado y difundido dos infografías que recogen cómo hacer ejercicios físicos para mujeres con cáncer de mama que están en tratamiento o para aquellas que han superado la enfermedad. Propone una tabla de nivel básico (clicar AQUÍ) y una de nivel avanzado (AQUÍ).
“Hay estudios que revelan que el ejercicio físico reduce las posibilidades de padecer un cáncer de mama entre un 20 y un 25% y que disminuye el riesgo de sufrir un segundo cáncer en las pacientes que ya han tenido uno, así como de tener recaídas de la enfermedad”, señala el doctor Miguel Ángel Seguí, oncólogo médico del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) y vocal de la Junta Directiva de GEICAM. Cifras similares aporta María Alonso, coordinadora del Programa de Ejercicio Físico en Oncología del Grupo, que afirma que existen estudios, tanto epidemiológicos como revisiones de otros trabajos, que han demostrado que el aumento de actividad física reduce aproximadamente un tercio el riesgo de padecer cáncer de mama.
Con el fin de analizar la relación entre el riesgo de padecer cáncer de mama y el estilo de vida, GEICAM emprendió el estudio EpiGEICAM, que revela que las mujeres españolas sedentarias tienen hasta un 71% más de posibilidades de desarrollar cáncer de mama y que el 13,8% de nuevos casos podrían evitarse con la realización de actividad física.
Beneficios de la actividad física
El ejercicio físico regular, sumado a una vida sana y un peso adecuado, se asocia a una mejor salud cardiaca, vascular, respiratoria y ósea, ayuda a evitar la fatiga, mejora el estado de ánimo y hace aumentar la tolerancia al estrés, lo que resulta fundamental en estos momentos de reclusión, según el doctor Seguí. “El ejercicio ayuda a mejorar la composición corporal, reduciendo el porcentaje de masa grasa, lo que ayuda a regular las hormonas circulantes en sangre, aumenta la masa muscular y los niveles de fuerza. Asimismo, mejora la densidad ósea y aumenta la función cardiaca, regula los niveles de glucosa en sangre y la resistencia a la insulina, y también regula la respuesta inflamatoria y el sistema inmune”, detalla María Alonso. Entre los beneficios de la actividad física también se encuentra la mejora de los dolores articulares asociados a los tratamientos, la reducción de las limitaciones funcionales debidas a las intervenciones quirúrgicas y la disminución del riesgo de aparición de linfedema (acumulación anormal de líquido y macromoléculas en los tejidos blandos debido a una alteración en el sistema linfático, lo que produce aumento del volumen del brazo).
El ejercicio físico está indicado para todo tipo de pacientes, aunque es necesario individualizar la actividad y adaptarla en cuanto a intensidad y volumen. “Hay que tener en cuenta las características de cada paciente, posibles patologías previas y el estado de forma en el momento del diagnóstico, para conocer cuál es el punto desde el que partimos”, afirma la coordinadora del Programa de Ejercicio Físico en Oncología de GEICAM.
Tipo de ejercicio físico a practicar
Las tablas de ejercicios que propone el Grupo en sus infografías, una de nivel básico y otra de nivel avanzado, son sencillas y se pueden realizar en casa. Se recuerda que, en caso de usar bandas elásticas, se tenga en cuenta que no deben enrollarse en la mano para sujetarla, ya que esta situación no favorece el drenaje linfático y puede aumentar el riesgo de linfedema, por lo que es aconsejable el uso de tubos elásticos de resistencia, que incorporan un agarre.
Se recomienda realizar estos ejercicios, al menos, tres días a la semana, pudiendo intercalar días de descanso entre ellos y/o ejercicios aeróbicos como caminar, nadar o correr. Como estos últimos son complicados en estas semanas de confinamiento, Seguí sugiere utilizar bicicleta estática o máquina para caminar y, en el caso de no disponer de estos aparatos, la práctica de yoga o pilates.
Estas tablas son una orientación inicial para esas mujeres que tienen dudas respecto a qué ejercicios pueden realizar para mejorar su estado de forma. Sin embargo, según María Alonso, es muy importante que consulten con su médico sobre cuándo hay que empezar a ejercitarse después de la cirugía y, ante cualquier duda que pueda surgir, deben acudir a un profesional cualificado (fisioterapeuta si se está en la etapa de rehabilitación, o licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte si ya ha superado la etapa post-cirugía).
Pacientes con cáncer de mama y COVID-19
El oncólogo Miguel Ángel Seguí aclara que las mujeres que han superado un cáncer de mama no tienen más posibilidades de contraer la infección por coronavirus. Por otro lado, las que ya han acabado el tratamiento hormonal no presentan mayor riesgo para salud por el hecho de contraer el COVID-19.
La recomendación para las pacientes que se encuentran en tratamiento con quimoterapia o tratamientos dirigidos a diana (como la inmunoterapia, tratamientos anti-Her2 o inhibidores de ciclinas) es que se pongan en contacto con su hospital u oncólogo, con el fin de que este realice una valoración personalizada sobre los riesgos y beneficios de continuar con el tratamiento y las posibles modificaciones en el mismo. Este especialista apunta que los propios Servicios de Oncología están contactando con las pacientes y que se están extendiendo las consultas telemáticas para evitar visitas innecesarias a los hospitales.
En este sentido, GEICAM ha abierto un espacio en su web con información relevante y recomendaciones para pacientes, profesionales e investigadores sobre la infección por coronavirus (SARS-CoV-2): GEICAM_COVID-19