Conocer la genética de tumor de mama ayuda elegir el mejor tratamiento para cada caso
Salud y Medicina.- El genoma y el sistema inmune ganan fuerza como factores esenciales en el desarrollo y control del cáncer de mama, y en ellos se basan nuevas investigaciones y dianas terapéuticas. La secuenciación completa del ADN del tumor podría contribuir a disponer de tratamientos más personalizados. Esta temática centra parte de la 12ª Revisión Anual GEICAM de Avances en Cáncer de Mama (RAGMA19) celebrad en Madrid el 14 y 15 de junio.
“Las pacientes con enfermedad avanzada son tratadas en la actualidad teniendo en cuenta las características del tumor primario, cuando se sabe que éstas pueden variar sustancialmente entre el tumor primario y las lesiones metastásicas, donde suele haber una mayor carga mutacional; sin embargo, apenas se utilizan los perfiles genéticos a la hora de elegir la terapia en esta fase de la enfermedad”, explica Lindsay Angus, del Hospital Erasmus MC, en Rotterdam (Holanda),
La secuenciación completa del genoma de las lesiones metastásicas permitiría disponer de una visión más realista de las alteraciones genéticas de las células tumorales del cáncer de mama metastásico. El objetivo es seleccionar e incluir a las pacientes en ensayos clínicos en función de su perfil genómico y de los tratamientos disponibles, para ofrecer una opción de tratamiento más personalizada, eficaz y segura.
TILs como posible nuevo biomarcador en la práctica clínica
Otra diana que se investiga es el sistema inmune, concretamente los linfocitos infiltrantes de tumor (TIL, por sus siglas en inglés). La reactivación de estas células inmunitarias presentes en el organismo, con una importante función de defensa, mejora la respuesta del sistema inmune frente al tumor, según Roberto Salgado, del Peter Mac Callum Cancer Center, en Melbourne (Australia).
Este especialista se muestra optimista ante la posibilidad de considerar que la determinación de estas células pueda utilizarse como biomarcador en la práctica clínica del cáncer de mama, siendo incluidos en los informes de anatomía patológica.
El cáncer de mama agrava la situación socioeconómica
El cáncer de mama, con 32.825 nuevos casos en el año 2018, es el segundo en incidencia en España, tras el de próstata. Entre el 2012 y el año pasado se registró un incremento de casos del 30%, según datos facilitados por Joan Carles March, codirector de la Escuela Andaluza de Salud Pública, en Granada. En la actualidad, nueve de cada 10 personas que padecen cáncer de mama continúan vivas a los cinco años del diagnóstico. Fallecen por esta enfermedad unas 6.000 mujeres al año, siendo la principal causa de mortalidad en ellas entre los 35 y 50 años.
Además, se estima que una de cada 10 mujeres (16%) a las que se detectó un cáncer de mama en España a lo largo de 2017 presentaba una situación de riesgo socioeconómico en el momento del diagnóstico. “Eso supone que, para un total de 4.223 mujeres en edad laboral, el cáncer implicó un serio agravante a su situación previa ya fuera por no tener trabajo, ser trabajadora por cuenta propia o disponer de bajos ingresos”, expresa.
Los pacientes destacan la importancia de la investigación
Desde el punto de vista de los pacientes, Olga Cantera, de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), destacó la relevancia de los avances en investigación y su traslación a la clínica. “Gracias a ellos, contamos con pruebas diagnósticas más precisas y tratamientos menos agresivos y más eficaces”, afirma. En su opinión, es fundamental la implicación de las mujeres con cáncer de mama en los ensayos clínicos.