Valentí Fuster: “El corazón y el cerebro están muy unidos en la enfermedad cardiovascular”
El cardiólogo Valentí Fuster, director médico del Hospital Mount Sinaí de Nueva York y director del CNIC, es el científico español más citado de todos los tiempos. Esta semana ha estado en Barcelona con ocasión de la 25 edición del Encuentro del sector de la Tecnología Sanitaria celebrada en ESADE.
¿Cuáles son los factores de riesgo del infarto?
Los infartos, sean cerebrales o cardíacos, siguen siendo la primera causa de fallecimientos. Existen un total de 7 factores de riesgo perfectamente identificados que pueden contribuir a aminorar el número de episodios que actualmente se suceden. Éstos son: diabetes, hipertensión, colesterol, obesidad, tabaquismo, sedentarismo y edad. El control de estos factores es fundamental para la prevención.
¿Hay algo que aún le sorprenda del corazón?
Desde un punto de vista mecánico, sabemos muy poco de este órgano vital. Late millones de veces durante la vida de un individuo y permanece casi intacto. En cambio, un avión cruza cuatro veces el océano y lo tienen que reparar. Conozco bien la enfermedad y cómo tratarla, pero ¿cómo es que el corazón, que mecánicamente es tan complejo, no necesita reparación? He hablado con muchos físicos y no tienen ni idea. Lo que sí le puede asegurar es que somos nosotros quienes lo estropeamos.
¿Qué peso tiene la dieta en la ECV?
La salud cardiovascular no depende sólo de la dieta. A mis pacientes les pregunto: “¿Están cuidándose el tabaquismo? ¿Hacen ejercicio físico? ¿Comen adecuadamente? ¿Cuál es su colesterol? ¿Y su azúcar en sangre?”. Lo esencial no es sólo cómo desayunamos, sino si tenemos en cuenta todas las variables importantes para la salud, que hay que ver en su conjunto, y que constituyen los principales factores de riesgo referidos en la primera respuesta.
¿En qué influye la genética en el desarrollo de una enfermedad cardiovascular?
En algunos de los factores de riesgo hay un origen genético, pero la mayoría son consecuencia de la sociedad de consumo y de las decisiones que uno toma. A mí no me impresiona lo que ha desayunado. Me impresionaría si me dice que antes ha salido a correr, que no fuma, que tiene controlada su presión arterial… En cualquier caso, no hemos de asociar genética y riesgo. Van por separado, a excepción de dos casos que pueden tener influencia directa, como es la diabetes y la hipercolesterolemia familiar.
Vivimos en una sociedad de infarto: ¿recibe muchas llamadas desesperadas de sus pacientes?
Cuatro o cinco a la semana. Cualquier aspecto que atañe a la salud del corazón es dramático. Yo llevo el móvil encima porque en cualquier momento me puede llamar un paciente angustiado.
España tiene ya tantos fumadores como antes de la ley antitabaco (34% de adultos). ¿No es descorazonador?
Desconozco la metodología de este estudio. Lo que puedo decir es que el tabaquismo es uno de los problemas de esta sociedad. Lo importante es cómo podemos vencer a la industria tabacalera, que se protege a sí misma tras un sistema legal inexpugnable.
Se dice que España es el mejor país para nacer. Un diario británico se preguntaba por qué tenemos la mayor esperanza de vida de la OCDE (83 años), sólo después de Japón…
A costa de prolongar la vida con un coste muy elevado. Es el precio de la tecnología, que disminuye la mortalidad. En cuidados intensivos del Mont Sinaí, hay 14 enfermos que están ingresados, y entre ellos, seis intubados. Me pregunto si realmente vale la pena todo lo que estamos haciendo desde el punto de vista tecnológico. ¿Cómo va a estar este individuo, desde un punto de vista cognitivo, cuando se vaya a casa? Usted me habla de la esperanza de vida, pero a mí me gustaría estudiar a los enfermos de Alzheimer y compararlos con los de otros países.
Un problema que muchas veces no se considera es que a la gente no tolera bien la adherencia a la medicación. Esta falta de constancia se traduce, en muchas ocasiones, en episodios fatales.
¿Qué relación hay entre el Alzheimer y las enfermedades cardiovasculares?
Recientemente hemos publicado un artículo en EE. UU. en este sentido. Muchos de los factores responsables de la enfermedad cardiaca afectan a los pequeños vasos del cerebro, contribuyendo a la demencia. El problema del 25% o 30% de enfermos con demencia es que no se han tratado el colesterol, la presión arterial alta, la diabetes… Si todo esto está fuera de control, puede ocurrir que los pequeños vasos del cerebro se cierren y causen microinfartos que dan lugar a problemas cognitivos. El Alzheimer es más complejo, pero hay también un componente vascular.
¿Qué es la polipíldora y qué ventajas ha supuesto?
Las personas que han sufrido infarto cerebral o de miocardio necesitan tomar varias píldoras al día. Sin embargo, muchas dejan de hacerlo, porque a más medicación, más baja es la adherencia, como he dicho anteriormente. A lo largo de 12 años, nosotros [el CNIC en colaboración con la farmacéutica Ferrer] hemos desarrollado una polipíldora que engloba tres componentes distintos: aspirina, para prevenir coágulos de sangre; estatina para bajar colesterol y prevenir segundos infartos, y ramipril, un inhibidor de la ECA [enzima convertidora de la angiotensina] para que los vasos sanguíneos se mantengan saludables. Este medicamento ya se ha aprobado en casi 50 países, y estamos estudiando si tomarlo disminuye los eventos cardiovasculares.
Otro de sus frentes de trabajo es el Informe PESA del CNIC-Santander. ¿En qué consiste exactamente?
Las arterias de las piernas son las más agresivas, pues son silentes. Es una investigación cuyo objetivo es detectar la aterosclerosis [endurecimiento de las arterias debido a la acumulación de sustancias grasas en las paredes internas, lo que impide el flujo sanguíneo] en sus etapas iniciales, y analizar su evolución. En la investigación han participado 4.000 empleados sanos del Banco Santander, entre los 40 y 54 años, que no habían sido diagnosticados de enfermedad cardiovascular [angina de pecho, infarto de miocardio o ictus]. Se trata de encontrar marcadores de imagen y bioquímicos de las fases tempranas de la enfermedad cardiovascular.