¿Un test de orina como alternativa no invasiva a la biopsia para detectar la fibrosis renal?
Un grupo del Institut d’Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol de Badalona está desarrollando los primeros prototipos funcionales, con resultados prometedores.
La prevención y detección temprana de la fibrosis renal es crucial debido a la función vital que desempeñan los riñones, responsables de eliminar impurezas de la sangre y mantener el equilibrio de sustancias químicas, como sodio, potasio y calcio, en el cuerpo. Cuando los riñones dejan de funcionar es indispensable sustituirlos, lo que ahora solo se logra mediante la diálisis o el trasplante renal.
La fibrosis renal es un proceso acumulativo que, poco a poco, va deteriorando la función de los riñones. Por tanto, es esencial detectar y monitorizar la fibrosis renal cuanto antes, ya que ello puede contribuir significativamente a prolongar la vida útil de estos órganos. La principal dificultad para realizar este seguimiento radica en que la biopsia renal, una técnica muy invasiva y no aplicable a algunos pacientes, es la única forma de medir directamente la fibrosis. Un grupo de la Fundació Institut d’Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol (IGTP), está desarrollando un test de diagnóstico que proporcionará una alternativa a la biopsia. Los investigadores observaron que los pacientes con un elevado grado de fibrosis renal, medida por biopsia, tenían en la orina niveles incrementados de una proteína específica. Esta proteína forma parte de la matriz extracelular, una red que sostiene y da estructura a las células y tejidos del cuerpo. Cuando esta matriz se incrementa de forma exagerada da lugar al fenómeno de la fibrosis. De aquí deriva la relación directa entre determinar esta proteína en orina y la detección de la fibrosis renal. “El test utiliza técnicas de aplicación clínica, basadas en anticuerpos, para detectar esta proteína en la orina de forma no invasiva”, afirma.
En este momento, se están desarrollando los primeros prototipos funcionales, con unos resultados muy prometedores. A finales de año el grupo espera poder iniciar los ensayos que permitan definir su comportamiento en un entorno clínico controlado y empezar el proceso regulatorio necesario para su aprobación para uso clínico. M. Baldomà