XI. Micobacteriosis (Lepra y Tuberculosis cutánea)
Micobacteriosis (Lepra y Tuberculosis cutánea)
Las micobacterias son unos gérmenes muy sensibles y difíciles de cultivar que pueden dar lugar a tres enfermedades basicamente: la lepra, la tuberculosis cutánea y las micobacteriosis atípicas.
Lepra (enfermedad de Hansen)
¿ Existe la lepra ? pues sí, aunque está practicamente erradicada se pueden dar algunos casos autóctonos o importados. Está producida por el M. Leprae (bacilo de Hansen) y es una enfermedad crónica, lentamente evolutiva, difícil de contagiarse y en la que el estado inmunitario del paciente es primordial para frenar su evolución. El contagio es directo, muchas veces dentro de ambientes familiares hacinados, con períodos de incubación de varios años. Es una enfermedad propia de ciertas razas y áreas del globo: raza calé y judíos y predominante en Asia (Oriente Medio, Filipinas y La India) y en Sudamérica especialmente en Brasil. En España hay focos en Almería, Canarias, Galicia y Cataluña.
Suele inicarse insidiosamente por pérdidas de sensibilidad localizadas o el llamado “chancro leproso” que es una mancha eritematosa o acrómica del tronco (Lepra Indeterminada) a veces con febrícula.
La siguiente fase es la Lepra Dimorfa o Borderline que es una fase intermedia con presencia de máculas o placas en forma de plato sopero invertido.
Según las defensas del individuo evolucionará a Lepra Tuberculoide (buena inmunidad, con pocos bacilos en las lesiones y respuesta granulomatosa del huésped), con presencia de lesiones en forma de placas eritematosas de bordes sobreelevados como “platillos volántes”, mucha afectación neural y gangrenas distales en las fases finales. etc…).
La Lepra Lepromatosa es la otra forma de estado en casos de baja inmunidad con múltiples lesiones cutáneas de todo tipo y que contienen gran cantidad de bacilos, que se detectan con la tinción de Zielh-Nielsen. También en fases mas avanzadas presenta importante afectación neural y visceral. La reacción de Mitsuda que es una intradermoreacción con bacilos atenuados nos indica si es positiva que hay buena inmunidad y evolucionará a L. Tuberculoide y si es negativa irá a L. Lepromatosa.
La lepra avanza a base de las Leproreacciones que son brotes agudos febriles con axacerbación de las lesiones ya existes (tipo I)o además con aparición de lesiones nuevas normalmente tipo eritema nudoso (tipo II). Hay que evitarlas a toda costa.
Los pocos pacientes que existen en España se tratan y controlan en centros especializados. El tratamiento es a base de Sulfona oral y Clofazimine. Las leproreacciones se tratan con Talidomida o con corticoides orales.
Tuberculosis cutánea
Producida por el bacilo de Koch, también es poco frecuente y también el estado inmunitario del paciente influye en su forma de presentación y evolución. La clínica puede ser muy variada y a veces difícil de sospechar (formas verrucoides, úlceras periorificiales que no se curan, placas infiltradas crónicas (lupus vulgar), erupción miliar generalizada: baja inmunidad). El diagnóstico suele ser histológico, por cultivo en medio de Lowenstein o mediante detección de material genético (ARN o ADN) del bacilo, mediante la reacción en cadena de polimerasa (PCR). El tratamiento es eficaz con pautas de tuberculostáticos clásicos.
Micobacteriosis atípicas
La mas conocida es el Granuloma de las piscinas o de los acuarios (M. Marinum). Se presenta como unas lesiones nodulares inflamatorias crónicas de las manos que evolucionan con nuevas lesiones siguiendo los trayectos linfáticos de la propia extremidad y con adenopatías regionales. No debe de confundirse con la Esporotricosis, micosis profunda, que puede presentar una clínica muy parecida. El tratamiento es con pautas de rifampicina o claritromicina.