Vigilar las alteraciones de los pies en niños con sobrepeso ayudaría a prevenir juanetes
Un trabajo de la Universidad de UCLM analiza las diferencias en los pies de 1.678 escolares y determina los factores de riesgo para el desarrollo de un ‘hallux valgus’.
“La monitorización del desarrollo y caracterización del pie en la infancia como herramienta clínica podría ayudar a podólogos, traumatólogos y otros profesionales de la salud a identificar a los pacientes que presentan factores de riesgo, lo cual permitirá implementar tratamientos físicos u ortopédicos de manera temprana para prevenir futuras deformidades y otros problemas en los pies relacionados con la obesidad en la edad adulta”. Así lo cree Laura Martín Casado, profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), y una de las autoras del estudio La morfología del pie como predictor del riesgo de desarrollar un hallux valgus [juanete] infantil’.
El trabajo, publicado en Scientific Reports, concluye que la edad, la longitud del pie y el ancho del talón podrían ser factores de riesgo para el desarrollo de juanetes, mientras que el ancho del metatarsiano y la altura del arco podrían ser factores protectores.
Para el estudio, se incluyeron a 1.678 escolares (834 niños, 844 niñas), con edades entre 5 y 17 años con un peso y talla promedio de 37,53 kg y 1,36 m, respectivamente. Los criterios de exclusión fueron niños con pie zambo, metatarso aducto, deformidades visibles del juanete, os tibial externum, antecedentes de traumatismos, como esguinces y fracturas, y aquellos que se habían sometido a tratamiento quirúrgico por estas afecciones o que habían estado usando plantillas plantares como parte de un tratamiento. Esta muestra se clasificó según su peso: normopeso, sobrepreso y obesidad.
Medición con escáner 3D
Los investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de Talavera de la Reina midieron las longitudes, anchos, alturas y ángulos de ambos pies con un escáner 3D y vieron que “los niños con sobrepeso y obesidad presentan pies más largos y anchos en comparación con los niños con normopeso, en los que son más cortos y angostos”.
Los autores también detectaron que la mayoría de las diferencias desaparecen entre los grupos de sobrepeso y obesidad lo que les sugiere que hay “un umbral de peso a partir del cual el pie de los niños comienza a mostrar cambios en sus dimensiones, con transformaciones estructurales, que modifican la distribución del peso corporal y la carga mecánica, afectando a la función normal del pie. Estos cambios, junto con un exceso de peso corporal, pueden tener un impacto en el desarrollo fisiológico. Por lo tanto, creen que es importante monitorear el desarrollo y caracterizar los pies de los niños en las etapas iniciales de sobrepeso.
Según los resultados del estudio, los principales factores de riesgo para el desarrollo de juanetes son la edad, seguido del ancho del talón y la longitud del pie. Como detallan los autores en la publicación científica, “en los niños mayores, a medida que el pie se hace más largo y ancho, existe un mayor riesgo de lesión en el hallux valgus“. Por otra parte, indican que los niños con sobrepeso y obesos presentan un incremento de las fuerzas de apoyo, especialmente sobre el retropié, y no tienen “un óptimo movimiento de la articulación metatarsofalángica durante la fase de despegue de la marcha”. “Además, el ángulo del hallux fue un 10,32 % mayor en las niñas que en los niños y se encontró que el sexo era un factor predictivo para los niños”.
Por estudiar
Los responsables del trabajo sugieren en la revista científica que “en futuras investigaciones se tomen en cuenta factores intrínsecos como la genética, el tipo de pie en función de la longitud de los dedos, el tejido blando o la estructura ósea, y evaluar si las diferencias encontradas en las dimensiones del pie en relación al IMC encontrado en este estudio se relacionan únicamente con la estructura adiposa del pie”. Asimismo, reconocen que en este trabajo no midieron los cambios en el pie entre la posición descargada y cargada, “lo que podría arrojar información importante acerca de si el peso corporal es un factor directo sobre las condiciones del pie durante la niñez y la adolescencia”. Incluso señalan que también “se deben considerar factores extrínsecos, como el calzado y otros hábitos, que puedan afectar la posición del primer dedo del pie”. Gema Suárez-Mellado