Un nuevo estudio sobre actores celulares identifica agentes moleculares claves en la artritis reumatoide
Las mismas moléculas involucradas en la AR pueden tener funciones opuestas en células obtenidas de diferentes pacientes, y ayudan a explicar por qué las terapias dirigidas actuales producen distintas respuestas en pacientes con el mismo diagnóstico. y síntomas similares.
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune sistémica compleja que abarca más de 100 condiciones que afectan las articulaciones, los tejidos de alrededor y otros conectivos. Se caracteriza por una inflamación dolorosa crónica o de larga duración del tejido en las articulaciones afectadas. También puede causar problemas en otros órganos, como los pulmones, el corazón y los ojos.
Las causas y los factores de riesgo de la AR son innumerables y no se comprenden bien. Van desde la edad, el sexo y el estilo de vida (como fumar) hasta la obesidad y los rasgos hereditarios. No existe una cura para esta patología, pero existe una amplia gama de tratamientos específicos que pueden ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad, prevenir la deformidad de las articulaciones y reducir el dolor y la discapacidad.
“Aunque la AR surge con una apariencia clínica similar entre pacientes, la respuesta a cualquier tratamiento individual es impredecible y requiere un método de prueba y error. Este proceso se repite hasta que se identifica un medicamento que disminuye la actividad de la enfermedad para ese paciente en particular”, según indicó Gary Firestein, profesor de Medicina y director del Instituto de Investigación Clínica y Traslacional Altman en la Facultad de Medicina de UC San Diego, y participante en un nuevo estudio centrado en los actores celulares y los roles involucrados en la artritis reumatoide.
Diferente respuesta a los tratamientos
Los hallazgos, publicados en ´Nature Communications´, muestran que las mismas moléculas involucradas en la AR pueden tener funciones opuestas en células obtenidas de diferentes pacientes, y ayudan a explicar por qué las terapias dirigidas actuales producen diferentes respuestas en pacientes con el mismo diagnóstico. y síntomas similares.
“Muchos pacientes tienen mejores resultados, pero un porcentaje significativo no. Tienen inflamación persistente. Estas respuestas variables a la terapia indican que la misma enfermedad puede tener diversos mecanismos“, según el Dr. Firestein.
En el nuevo estudio, el equipo de UC San Diego se centró en los sinoviocitos similares a fibroblastos (FLS), un tipo de célula especializada que se encuentra dentro del sinovio de las articulaciones, un tejido conectivo suave que lubrica las articulaciones y minimiza el desgaste. FLS juega un papel importante en la destrucción conjunta de la artritis.
Al examinar las FLS primarias cultivadas, los investigadores identificaron factores de transcripción específicos (proteínas que regulan la transcripción o la copia de genes) que están implicados en líneas celulares de pacientes con AR individuales. El análisis permitió a los científicos estratificar esas líneas celulares en al menos dos subtipos con diferentes vías activadas predichas que podrían contribuir a la inflamación.
“Esencialmente, validamos biológicamente estas predicciones para los principales factores de transcripción específicos del subtipo”, señaló el coautor correspondiente Wei Wang, profesor en los departamentos de Química, Bioquímica y Medicina Celular y Molecular en la Facultad de Medicina de UC San Diego. “Este estudio es el primero en caracterizar grupos de líneas celulares de pacientes con AR con una biología distintiva del factor de transcripción mediante la integración de datos transcriptómicos y epigenómicos”, concluyó. M.T.T. (SyM)