La osteoporosis: una enfermedad silenciosa y prevalente
Esta enfermedad afecta en su gran mayoría a la población femenina a partir de los 40 años. Su prevención se hace indispensable para un pronóstico favorable.
La osteoporosis es una enfermedad esquelética que se caracteriza por la disminución de la resistencia ósea, predisponiendo a la persona afectada a un mayor riesgo de fracturas. Afecta tanto a mujeres como a hombres siendo más prevalente en el periodo postmenopáusico, llegando a afectar a 1 de cada 4 mujeres en España por encima de los 50 años, según datos de Organización Mundial de la Salud (OMS)
Además de la edad y el sexo, existen otros factores influyentes en el desarrollo de la osteoporosis como son:
- Predisposición genética y antecedentes familiares
- Alimentación desequilibrada con déficit de calcio y vitamina D.
- Consumo de tóxicos (alcohol y tabaco)
- Ausencia de ejercicio físico, gran impulsor del recambio del tejido óseo
- Coexistencia de enfermedades endocrinas (páncreas, tiroides)
- Consumo de medicamentos desmineralizantes (cortiociodes, reguladores hormonales)
Según explica Esteban Rubio Romero, especialista en reumatología ‘la osteoporosis es una enfermedad que no genera dolor por lo que el paciente es muchas ocasiones desconoce que la padece hasta que se produce la fractura; por este motivo se hace indispensable, llegada una edad, realizar diferentes pruebas diagnósticas que clarifiquen la situación esquelética del paciente’.
La densitometría es una de las pruebas determinante en el diagnóstico de la osteoporosis, sin embargo, aclara Rubio ‘el estudio clínico completo lo conforma una completa historia clínica, la identificación de debilidad muscular y sarcopenia (pérdida de musculatura útil), disminución en la habilidad de la marcha o el uso de medicamentos que disminuyen los reflejos. Igualmente, el estudio siempre es ampliable con pruebas de imagen y análisis sanguíneos completos’.
El tratamiento de la osteoporosis viene determinado por las características del paciente (edad y enfermedades) y se asienta en 4 pilares:
Calcio: a través de una alimentación con ingesta suficiente de calcio (1.000-1.200 mg diarios) o con suplementos farmacológicos siempre bajo supervisión médica.
Vitamina D: componente esencial para la absorción de calcio y la adecuada mineralización ósea.
Ejercicio físico regular acompañado de no consumo de tóxicos
Tratamiento farmacológico: existen diversas opciones como los fármacos antirresortivos y los fármacos osteoformadores.
‘Son muchos los avances recientes en el tratamiento farmacológico de la osteoporosis que ayudan a controlar la enfermedad y a mantener una adecuada la calidad de vida del paciente’ concluye Rubio. Redacción