Sequedad vaginal: cuándo recomendar un lubricante o un hidratante

Ambos son eficaces para este problema que sufren las mujeres en ciertas etapas, como la peri y menopausia. Ahora bien, uno se usa de forma puntual y el otro diariamente.

La sequedad vaginal es un síntoma común que afecta a un gran número de mujeres, especialmente, durante la menopausia. “Aproximadamente, el 50% de las que sufren síntomas menopáusicos experimentan este malestar, que puede impactar significativamente su calidad de vida”, según Piluca Barrau, farmacéutica comunitaria y experta en dermofarmacia.

Además, de la menopausia, la sequedad vaginal está relacionada con “situaciones en las que hay una bajada de estrógenos, como la lactancia y el puerperio y tras recibir tratamientos oncológicos”, por no mencionar que es un “proceso inherente al propio envejecimiento de las personas”, comenta Bárbara Fernández del Bas, ginecóloga experta en menopausia, quien ha participado en un encuentro organizado por la compañía francesa Days of Confidence.

Según la experta, esa disminución de estrógenos se asocia también con una menor producción de colágeno que, a su vez, provoca disminución de la elasticidad y del grosor de los tejidos, entre ellos los de la zona genital. Esto hace que la piel se quede “como el papel de fumar”, quedando más expuestos las terminaciones nerviosas, de manera que, ante el más mínimo roce o traumatismo se produzca dolor o incluso sangrado, como sucede en las relaciones sexuales.

Barrau apunta que la sequedad vaginal provoca irritación, ardor, picor y dolor durante las relaciones sexuales, “lo que puede derivar en un mayor riesgo de infecciones vaginales y una disminución de la intimidad, huida sexual, afectando la vida emocional y las relaciones personales”.

¿Qué puede ofrecer el farmacéutico a las mujeres que se acerquen al mostrador en busca de una solución a su sequedad vaginal? La clave está en aportar productos que hidrante la zona y restauren el equilibrio natural de la zona íntima, como apuntan las expertas.

A diario o en momentos puntuales 

En este punto, Fernández del Blas resalta que hay que empezar por distinguir entre hidratante y lubricante, dos conceptos que no están muy claros y que conviene diferenciar, según la ginecóloga. Así, el farmacéutico debe saber y transmitir a las mujeres que el lubricante es como “esa mascarilla con efecto flash que te pones cuando tienes un evento”, en cambio, el hidratante es esa “crema que usas a diario para mantener hidratado el rostro”.

En el ámbito de la sequedad vaginal, el lubricante se usa puntualmente en el momento previo y posterior a mantener relaciones sexuales, “su uso es puntual”, aclara Fernández del Bas, mientras que el hidratante tiene “un efecto más prolongado”.

Además, su aplicación es diferente, puesto que el hidratante es de aplicación vulvar no vaginal, como pueden ser los óvulos lubricantes.

Activos de uno y otro

Barra detalla que algunos de los principales ingredientes activos que incluyen los geles lubricantes son el ácido hialurónico y el ácido láctico natural. El primero, dice, es un “potente agente hidratante que tiene la capacidad de retener hasta mil veces su peso en agua, mejorando la hidratación y elasticidad de los tejidos vaginales”, por lo que “alivia la sequedad y mejora la lubricación, proporcionando una sensación de confort inmediato”. El segundo, añade, es un ácido orgánico esencial para mantener el pH ácido natural de la vagina. “Su acción contribuye al equilibrio de la flora vaginal, favoreciendo la proliferación de bacterias beneficiosas y previniendo la proliferación de microorganismos dañinos”.

Respecto a los hidratantes, Barrau menciona en concreto los espráis de uso externo, como una “opción efectiva para combatir la sequedad vaginal” y que el farmacéutico puede recomendar. Además de ácido hialurónico, suelen llevar aloe vera, betaglucanos (propiedades inmunomoduladoras y calmantes), alantoína (promueve la renovación celular y alivia el enrojecimiento) y pantenol (favorece la hidratación y acelera la regeneración celular).

Rutinas diarias

La ginecóloga hace hincapié en que es importante que la mujer en esos momentos de disminución de estrógenos y sobre todo en la menopausia incorpore el uso de los hidratantes en su día a día. “La mujer debe tener conciencia del cuidado genital, porque parece que no existe. La mayoría hidratamos los codos, los pies, el rostro…, pero de la zona genital se olvidan”, confirma.

En este sentido, dice que se puede aconsejar a las mujeres que “por las mañanas, tras la ducha diaria, igual que se aplican cremas hidratantes para el cuerpo, incorporen un hidrante para la zona vulvar, y por las noches hacerlo de nuevo después de lavarse los dientes, a modo de rutina”.

Otras soluciones

Además de los hidratantes y lubricantes, Barrau considera otras opciones que el farmacéutico puede recomendar, como los óvulos vaginales, por ser “una solución altamente eficaz para mujeres con sequedad vaginal intensa, que están formulados con ingredientes hidratantes y lubricantes que alivian la incomodidad”.

Y no se olvida del papel de los complementos nutricionales, que pueden ser coadyuvantes al tratamiento de la sequedad vaginal. “Están diseñados para apoyar la salud de las mucosas y mejorar la lubricación interna”.

Jabones íntimos

Además de la hidratación, Barrau señala que el farmacéutico debe aconsejar el uso de un jabón espícifo para la zona íntima “para mantener el equilibrio natural de la mucosa vaginal”. Y añade: “Este jabón debe ser formulado con un pH ligeramente ácido, lo que respeta las condiciones fisiológicas de la zona íntima”.

En su opinión, hay dos activos relevantes que debería contener un jabón de estas características: el ácido láctico y la lanolina, esta última con “propiedades humectantes, que cuida el epitelio genital de forma delicada, proporcionando alta tolerancia cutánea y permitiendo una limpieza completa y segura sin alterar la barrera protectora natural de la mucosa”.

“La clave es elegir productos que respeten el equilibrio natural del pH vaginal, utilizando ingredientes activos como el ácido hialurónico, el ácido láctico, el aloe vera y el espino amarillo, que ofrecen soluciones efectivas para hidratar, lubricar y proteger la mucosa vaginal. Al integrar estos productos en la rutina diaria, las mujeres pueden mejorar su bienestar físico y emocional, restaurando la comodidad y la salud vaginal de manera integral”, concluye Barrau. Gema Suárez Mellado (DM)

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