Se estrecha el vínculo entre obesidad y demencia
Cada vez son más las pruebas que corroboran que la obesidad en la mediana edad podría contribuir de manera importante al riesgo de desarrollar demencia. Ello ha generado un creciente interés por desentrañar los mecanismos que vinculan ambas patologías.
La leptina, una adipocina cardinal responsable del control central de la ingesta de alimentos y la homeostasis energética, se ha implicado en una variedad de funciones neurofisiológicas, incluido el desarrollo cerebral, la neurogénesis y la neuroprotección. Debido a estos efectos, estudios recientes contemplan esta hormona como un eslavón entre la obesidad y la demencia.
Para profundizar en aspectos relativos a este vínculo, investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio (EEUU), llevaron a cabo un estudio para investigar, en concreto, las asociaciones de los marcadores de leptina con la función cognitiva y las medidas de atrofia cerebral y lesión vascular mediante resonancia magnética en adultos sanos de mediana edad.
El trabajo, publicado en ´Alzheimer´s & Dementia: The Journal of the Alzheimer´s Association´ indaga sobre las asociaciones de los marcadores de leptina con la función cognitiva y las medidas de atrofia cerebral y lesión vascular mediante resonancia magnética en adultos sanos de mediana edad.
La leptina, bajo sospecha
Los investigadores evaluaciones neuropsicológicas de 2.262 participantes cognitivamente sanos del Framingham Heart Study, un estudio de cohorte cardiovascular a largo plazo de residentes de Framingham, Massachusetts, que abarca tres generaciones y ahora es un proyecto del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, en colaboración con la Universidad de Boston.
Asimismo, midieron las concentraciones de leptina, su receptor soluble de leptina y su proporción, conocida como índice de leptina libre, que indica la biodisponibilidad de leptina, mediante ensayos inmunoabsorbentes ligados a enzimas. Las mediciones cognitivas y de resonancia magnética se derivaron utilizando protocolos estandarizados.
Los resultados mostraron una mayor asociación del receptor soluble de leptina con una menor anisotropía fraccional, un biomarcador de la integridad de la materia blanca cerebral, y una difusividad media esqueletizada de ancho de pico, un marcador de imagen de la lesión de la materia blanca. En consecuencia, un mayor índice de leptina libre se asoció con una mayor anisotropía fraccional.
“Los hallazgos respaldan el papel conocido de las variaciones de leptina en el riesgo de demencia en la vejez al relacionar su deficiencia con cambios en la estructura de la materia blanca, que es un evento temprano en el proceso de deterioro cognitivo debido a la enfermedad de Alzheimer o la demencia vascular”, apuntó Claudia Satizabal, profesora asociada en el Instituto Glenn Biggs para el Alzheimer y Enfermedades Neurodegenerativas en UT Health San Antonio.
Según resumen los autores, “cada vez hay más pruebas de que la obesidad en la mediana edad contribuye de manera importante al riesgo de desarrollar la enfermedad”. Rv Ana Mera, farmacéutica. Barcelona