Retos en el manejo del paciente pediátrico con diabetes
En España hay unos 12.000 niños y niñas menores de 15 años con diabetes, una enfermedad crónica y sin cura de la que cada año se dan entre 1.200 y 1.500 casos nuevos en nuestro país. En el 90% de las ocasiones se trata de la diabetes mellitus de tipo 1, una enfermedad frecuente entre niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Cuando a un niño o adolescente le diagnostican Diabetes de tipo 1 el manejo de la patología es muy diferente a la de un adulto. Para Santiago Conde, pediatra en el Centro de Salud de Barbastro (Huesca) y experto en diabetes pediátrica, “el apoyo de la familia en estos casos es fundamental. Para empezar, si el paciente es pequeño éste dependerá de sus padres en la medición de la glucemia, aporte de insulina o carbohidratos; a medida que va creciendo adquiere cierta autonomía, y cuando llega a adolescente tendrá que haber desarrollado habilidades para ser independiente”.
La inyección diaria de insulina es actualmente el único tratamiento disponible para estos pacientes. Por ello, contar con insulinas con un perfil adecuado, buena cobertura y limitado riesgo de hipoglucemias es de gran ayuda para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Controlar el riesgo de hipoglucemia es muy importante para estos enfermos ya que según el doctor Conde, “la hipoglucemia supone una limitación importante en muchos aspectos de su vida diaria. Muchas veces, implica una parada en su actividad lúdica o deportiva, les trunca ese momento. Por eso en lo posible es importante evitarlo”.
“La aparición de insulinas basales de nueva generación amplía el abanico de herramientas que existen para un mejor manejo de la diabetes en niños. Esperamos que también se vea reflejado en un menor riesgo de hipoglucemia”, señala el pediatra.
Cuando los niveles de glucemia no están controlados, los pacientes con DM1 pueden sufrir complicaciones micro y macrovasculares, particularmente los niños y adolescentes. Además de estas complicaciones, la hiperglucemia puede verse asociada con cambios en la materia gris y la materia blanca del cerebro, con alteraciones en la memoria espacial y con complicaciones agudas.
El niño o adolescente manifiesta unas necesidades distintas. Tienen un patrón de vida diferente y hábitos diferentes por eso una misma insulina no puede servir para todos. Los niños más pequeños tienen una ingesta de alimentos variables o pueden haber hecho una actividad física difícil de predecir, lo que dificulta el manejo. Por otro lado, los adolescentes tienen una necesidad de parecerse a sus compañeros y de hacer las mismas actividades que los demás lo que hace que se rebelen a un tratamiento rígido. Por eso es importante adecuar las pautas de insulina a unos y a otros.
Las insulinas basales actúan de la misma forma que la insulina producida naturalmente y ayudan a que la glucosa pase de la sangre al interior de las células. Al controlar los niveles de glucosa en la sangre, disminuyen los síntomas y las complicaciones de la diabetes.
Para Santiago Conde una insulina basal “debe de ser estable sin grandes variaciones en su acción entre unos días y otros, sin pico de acción al inicio para que se pueda diferenciar la acción de la insulinas rápidas que ponemos con las comidas, y que su acción sea prolongada y estable a lo largo del tiempo con una duración que cubra las 24 horas para no repetir inyecciones”.
Tipos de diabetes
La diabetes surge cuando el páncreas no produce suficiente insulina o el cuerpo deja de usarla con eficacia. Como consecuencia, el azúcar se acumula en la sangre, subiendo las concentraciones a niveles por encima de lo normal, lo que puede causar problemas de salud graves como enfermedades cardiovasculares, daño en los nervios, en los riñones y/o en la visión, entre otros. M.T. T.
Existen tres tipos principales de diabetes:
- – La diabetes mellitus tipo 1 se caracteriza por la deficiencia de insulina desde el momento del diagnóstico clínico, lo que hace necesario el tratamiento sustitutivo de esta hormona de por vida. Representa el 10-20% de todos los casos de diabetes.
- – La diabetes de tipo 2, llamada también diabetes no insulinodependiente o del adulto, tiene su origen en la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso o la inactividad física. Se diagnostica en personas de edad más avanzada.
- – La diabetes gestacional corresponde a una hiperglicemia que se detecta durante el embarazo.