Radioterapia y cirugía de cáncer de mama en una sola intervención
Prácticamente cualquier mujer con un tumor de pecho que requiera cirugía puede optar a la irradiación intraoperatoria
Es habitual que tras la intervención quirúrgica del cáncer de mama se haga tratamiento con radioterapia para eliminar posibles células tumorales que hayan podido quedar. De hecho, tras una cirugía conservadora es imprescindible. Desde hace poco, unos pocos centros de España tienen la posibilidad de realizar radioterapia intraoperatoria. Es decir, en un mismo proceso, que dura apenas entre 20 y 30 minutos más de lo normal, se hace todo el tratamiento, tanto quirúrgico como radioterápico. De esta forma se acorta el tratamiento y la paciente puede volver a su vida normal con mayor rapidez. Prácticamente cualquier mujer con un tumor de pecho que requiera intervención quirúrgica puede optar a la radioterapia intraoperatoria.
Esta alternativa reduce el margen de error en la administración de la radioterapia porque, al realizarse en el mismo momento de la operación, el radioncólogo puede ver exactamente donde administra la dosis. El objetivo es que no quede ningún resto tumoral y que los posibles implantes microscópicos no tengan capacidad de crecimiento. Consiste en la aplicación de una única dosis de radiación sobre el área afectada una vez extirpado el tumor, con el lecho quirúrgico aún abierto. De esta manera, al estar muy focalizada se consigue una mínima exposición de los tejidos y órganos adyacentes y, por tanto, la toxicidad es mínima. El oncólogo Benjamí Guix, director de Fundació IMOR de Barcelona, señala que cuanto más se tarde en empezar el tratamiento de radioterapia tras la operación, más células tumorales puede haber y, por tanto, más intensa debe ser la dosis de radioterapia. Al hacernos una herida, el organismo libera una sustancia llamada factores de crecimiento, que hacen que la herida cicatrice. Éstos alimentan también las células del tumor”, explica.
Cuando el tumor tiene unas condiciones favorables y un tamaño adecuado, casi siempre se opta por la cirugía conservadora en primer lugar. Representa la primera opción de tratamiento. En la mayoría de las ocasiones después de la intervención, con el fin de reducir las posibilidades de recaída local, se lleva a cabo una irradiación externa donde estaba localizado el tumor. Pero algunas pacientes seleccionadas no la requerirán. Es el caso de mujeres de más de 50 años, con tumores de menos de 1cm, márgenes de resección de más de 1cm, con receptores hormonales positivos y ganglios de la axila negativos, explica Guix. Representan aproximadamente un 20% de todos los pacientes. En cualquier caso, en mujeres que necesiten radioterapia externa posterior el tratamiento se acorta dos semanas.
La mastectomía, por su parte, puede ir acompañada de cirugía reparadora, es decir, que en la misma intervención se le extirpa la mama y se le coloca una prótesis o se llevan a cabo otros procedimientos reparadores más novedosos. Para que ésta sea lo más natural posible, con frecuencia se hace respetando la aureola y el pezón. Pueden quedar restos tumorales, por tanto, -señala este especialista- también se les puede plantear radioterapia intraoperatoria. Este tratamiento se utiliza desde hace más de 15 años. Tras un seguimiento a largo plazo con buenos resultados, en España se ha empezado a utilizar en tumores de mama desde el pasado 2013. De momento sólo se realiza en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, y en dos centros de Barcelona, el hospital Clínic y en IMOR.