Pocos resultados farmacológicos ante la hipertensión
No se consigue el control de la enfermedad en un 73% de los casos. Cerca del 37% de los pacientes mayores de 18 años e hipertensos no están diagnosticados en España.
Cuando la presión arterial es elevada, se considera que el paciente presenta hipertensión arterial. Esta patología es según la OMS el principal factor de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca, demencia o, incluso, enfermedad renal crónica.
La hipertensión es una de las causas principales de muerte prematura en el mundo y afecta al 42,6% de los españoles mayores de 18 años. Gran parte de este grupo poblacional, en ocasiones, suele ignorar que padece la enfermedad, ya que no suele ir acompañada de síntomas relevantes. Por comunidad autónoma y por grado de incidencia, Andalucía (2.931.004), Cataluña (2.714.384) y Madrid (2.368.459), son las que presentan las cifras más elevadas del territorio nacional.
En este sentido, existen estudios que afirman que al menos un 37,4% de los pacientes con hipertensión no están diagnosticados en España; y que de aquellos que se encuentran bajo tratamiento farmacológico (88,3%) un 73,4% no consigue mantener su enfermedad bajo control.
Médicos especialistas, como José Antonio García Donaire, presidente de la Sociedad Española de Hipertensión en SEH-LELHA, insisten en la importancia de concienciar a la población acerca de la necesidad de realizar controles periódicos y “prestar atención a posibles señales como pueden ser: cefaleas matutinas con características distintas a las habituales, ritmo cardíaco irregular, aturdimiento, mareos o alteraciones visuales“, con el propósito de “facilitar el diagnóstico temprano de la patología y recibir el tratamiento adecuado“.
El presidente de la Sociedad Española de Hipertensión en SEH-LELHA, recuerda que “la única manera de detectar la hipertensión es acudir a profesionales sanitarios para que midan nuestra presión arterial y se aseguren que los parámetros son los adecuados“.
Mantener una dieta baja en sal y grasas saturadas, así como reducir el consumo de tabaco y alcohol y llevar a cabo actividad física, son medidas que pueden contribuir en la evolución del tratamiento del paciente con hipertensión. Sin embargo, cuando estos presentan resistencia frente a los tratamientos farmacológicos existen otras opciones como es la denervación renal.
Esta técnica mínimamente invasiva y que consiste en introducir un catéter que aplica radiofrecuencia de baja intensidad en las arterias renales, tiene como objetivo realizar ablaciones de las terminaciones nerviosas simpáticas ubicadas en estas arterias e inhibir el sistema nervioso simpático, posible causante de la hipertensión.
En lo relativo a este tratamiento, García Donaire, remarca que “proporciona un descenso continuado de la presión arterial durante 24 horas, incluso en `periodos de alto riesgo´ como son durante la noche y a primera hora de la mañana, generalmente asociados con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y eventos cardiovasculares“. J.S.T. (SyM)