La vida sedentaria favorece la caída del cabello
La inactividad física general o, lo que es lo mismo, llevar un estilo de vida sedentario, es un problema que puede influir en la salud a todos los niveles.
La inactividad física general o, lo que es lo mismo, llevar un estilo de vida sedentario, es un problema que puede influir en la salud a todos los niveles e, incluso, favorecer la caída del cabello, según los dermatólogos especializados en caída de pelo.
Esto se debe, tal y como han explicado, que la disminución de ejercicio favorece la retención de toxinas, pudiendo llegar a aumentar la pérdida capilar y la densidad del pelo. “El sedentarismo motiva diversas patologías, como la obesidad, que contribuyen a que el pelo se caiga en mayor medida y que, por tanto, se convierten en un factor de riesgo para la alopecia. De esta forma, tener una excesiva grasa corporal puede producir un daño en las células madre del folículo piloso, que son las encargadas del ciclo del crecimiento del cabello. De esta forma, se altera el ciclo de regeneración del pelo al bloquearse los folículos, llegando a miniaturizarse hasta desaparecer“, explica el dermatólogo, Alberto Sánchez.
De hecho, diversos estudios han constatado los “innumerables beneficios” que el deporte tiene para el pelo, al tener la función de oxigenar el cuero cabelludo y provocar una reducción de estrés originada por el aumento de la producción de serotonina, logrando que el cabello crezca con mayor calidad y luzca más suave y brillante. Es por ello que, no practicar ejercicio, sumado a factores como la obesidad, puede acelerar la alopecia en aquellas personas con predisposición genética a padecerla, así como de producir alopecias de tipo efluvio.
Además, seguir una dieta alta en azúcares y grasas y pobre en nutrientes para la salud capilar como la biotina o vitaminas como las A, C, D y E, se convierte en otro factor de riesgo para que se activen mecanismos que favorecen la inflamación de las células de los folículos pilosos, así como la vascularización de los mismos, produciendo daños a medio o largo plazo en el cabello.
“Aunque la necesidad de llevar una alimentación correcta es independiente de la vida sedentaria o no, sí que es cierto que seguir una dieta poco equilibrada y alta en azúcares y grasas puede llegar a afectar más a las personas que tienen una conducta sedentaria, ya que las toxinas y derivados de una ingesta de productos insanos no se pueden eliminar con tanta rapidez que en aquellas personas que tienen un estilo de vida más activo. Por ello, es necesaria una dieta variada en la que no falte ningún componente esencial como macronutrientes, vitaminas y oligoelementos. Establecer una dieta rica de productos naturales, descartando en su mayoría los procesados y ultraprocesados, influirá directamente en nuestra salud y en nuestro pelo“, ha dicho el experto.
Cada vez más personas padecen las consecuencias del sedentarismo como el sobrepreso, la hipertensión o la diabetes, ya que, aproximadamente, se estima que el 60 por ciento de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para tener una buena salud en general.
Para evitar, en la medida de lo posible, las consecuencias de este modo de vida en el cabello, se aconseja el uso de champús adecuados a las necesidades de nuestro cabello que no alteren el pH de la piel, la utilización de hidratantes como serúms que mantengan protegido el tallo de nuestro pelo, así como prescindir de moños o coletas tirantes; aunque, sin duda, el mejor tratamiento para evitar los daños del sedentarismo se consigue mediante un buen control nutricional y aportar a nuestro día a día el movimiento necesario para que, poco a poco, nuestro cuerpo se adapte a una vida más activa.
“Es fundamental consultar con un profesional si una persona posee una patología capilar o una caída de cabello de forma progresiva o bien abrupta, con el fin de determinar el diagnóstico sobre qué tipo de alopecia posee y de pautar el tratamiento más adecuado para cada paciente, que en algunos casos podrá ser el injerto capilar, el más eficaz para combatir la alopecia, así como otros tratamientos como el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) o la mesoterapia capilar, que pueden ayudar a frenar la pérdida del pelo“, concluye Sánchez. L.D.B/M.T.T.