La salud emocional, la gran olvidada de la población
Un estudio revela que el 60% de la población afirma que no trabaja su bienestar psicológico general y que son las mujeres las que están más concienciadas con este asunto. El 40,90% de la población en 2020 señala estar más irascible como consecuencia del estrés
Casi el 60% de la población en España afirma no trabajar su salud emocional, entendida como el bienestar psicológico general, frente a un 45,20% que sí lo hace. Los que están más concienciados con este aspecto son las mujeres (49,40%) y los jóvenes, principalmente, en cambio, los hombres (40,50%) trabajan su salud emocional por debajo de la media. Así lo pone de manifiesto el III Estudio de Salud y Vida Aegon, que la compañía presentó recientemente con ocasión del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra este mes de octubre..
El trabajo, realizado con una muestra de mil entrevistas, revela que los factores que más influyen en el cuidado de la salud y el bienestar emocional son la positividad (25%) y la autoestima (19%), siendo las mujeres las que tienen este pensamiento. En cambio, los hombres dan más importancia a la situación económica/laboral (16,1%) y a la relación familiar y social (12,8%) a la hora de tener una buena salud emocional.
Como concretó Belén González, directora de Salud de esta compañía, si se atiende a las generaciones, los factores tienden a variar. Por ejemplo, los baby boomers dan a la positividad (32,6%) y a las relaciones familiares (14,2%) una importancia por encima de la media, mientras que la generación Z destaca el valor de la alta autoestima (25,2%) y del control del estrés y/o la ansiedad (20,3%) sobre su bienestar emocional. Curiosamente, la generación X otorga una relevancia por encima del promedio al estado de ánimo (15%) y las relaciones sociales (6,2%). Los millennials, por su parte, consideran que la autoestima (22,7%), la situación laboral y económica (19,1%) y el estrés y/o ansiedad (16,5%) son los factores que más influyen en su salud emocional, mientras que la positividad les afecta menos que a la media (14,9%).
El impacto del estrés
Uno de los aspectos que el estudio evalúa en relación con el bienestar emocional, es el sentimiento de los españoles en situaciones fuera de su rutina por tiempo prolongado, como el originado por el aislamiento social provocado por la pandemia del coronavirus. El 34% de los encuestados declara que, en estas situaciones, se encuentra más relajado y en paz consigo mismo y el 32% que tiene más tiempo para conciliar la vida laboral y personal. Por el contrario, un 22% afirma sentir estrés y ansiedad cuando están fuera de su rutina por un largo periodo de tiempo, e incluso un 21% asegura sentirse triste o decaído más a menudo.
Precisamente, el estrés es uno de los sentimientos que más afecta a la salud física y mental de las personas. En este sentido, 9 de cada 10 españoles declara haber sufrido estrés en los últimos 12 meses, aunque la mayoría (57,70%) de forma ocasional. Además, el 90,50% afirma que el estrés impacta mucho o algo sobre su salud.
En relación con el año anterior, aumenta el número de personas que sufren estrés ocasional (+7,65%) y las que consideran que el estrés tiene un impacto notorio en su salud (+17,28%). Por otro lado, se reduce la cantidad de personas que sufren estrés siempre y habitualmente.
Como era de esperar, este año, el principal motivo de estrés entre los españoles está ligado a la covid-19. De este modo, el 45% señala sentir o haber sentido estrés por miedo al contagio tanto personal como por un familiar y el 36,20% lo achaca al confinamiento en el hogar. El trabajo es el segundo motivo de estrés de los españoles, tal y como afirma el casi 43% de los encuestados, lo que lo sitúa en línea con los registros del año anterior, cuando era la principal razón de estrés. En comparación con el año anterior, cabe destacar el aumento del estrés de aquellas personas que han estado enfermas o han sufrido un accidente, que ha pasado del 2,50% en 2019 al 6,30% en 2020.
Respecto a los efectos del estrés sobre la salud, uno de cada cinco dice tener problemas de sueño y de ansiedad. Estos efectos sobre la salud han aumentado respecto al año anterior, en concreto un 5,75% más en lo relativo a los problemas de sueño y un 9,41%, por la ansiedad. Además, el 40,90% de los encuestados en 2020 señala estar más irascible como consecuencia del estrés. En relación al año anterior, sorprende como ha aumentado significativamente el porcentaje de personas que come más o aumenta de peso debido al estrés (28,10 en 2020 vs. 14,50% en 2019) y han disminuido los individuos que señalan tener tensión o dolores musculares por estrés (30,80% vs. 38,10%).
Problemas de autoestima
Los autores también han visto que el 11,80% no está satisfecho con su vida debido a problemas de autoestima, ya bien sea por tenerla baja (4,80%), por no sentirse a gusto con su aspecto físico (3,70%) e, incluso, por inseguridad a raíz de la covid-19 (1,30%). Asimismo, la relación con los demás es causa de insatisfacción para el 9,30% de los encuestados, sobre todo, los problemas con las amistades o el relacionarse con otros (4,10%) y la falta de conciliación familiar (2,80%).
Sobre la autoestima, Nel A. González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España, declaró que ésta no se trabaja en un solo día y no se refuerza de un día para otro, por ello propuso trabajarla desde la infancia e inculcar la importancia de “colaborar con la vida” y “eliminar los sentimientos de culpa por lo que no se tiene o por lo que no se es”. En definitiva, lo mejor es “crear armonía con la vida de cada uno”.
La psicóloga de la salud y el deporte, Yolanda Cuevas, añadió que cuanto más alejado esté “nuestro yo ideal” de “nuestro yo real” peor será para la autoestima y la salud emocional. “Hay que dejar de maltratarnos, de ser el peor de nuestros enemigos y de buscar la aprobación externa para sentirnos bien con nosotros mismo”. Y propuso medidas para “el refuerzo; saber decir no, ya que muchas veces se dice sí a todo para no sentirnos culpables, y superar el pasado, no olvidarlo, sino vivir las experiencias pasadas de forma adaptativa, no crecer en la eterna comparación”.
Tomar medidas
La buena noticia viene con el siguiente dato, y es que ha aumentado el número de personas que toman medidas para evitar el estrés, que ha pasado del 41,3% de 2019 al 46% de los encuestados en 2020. “No obstante, y si bien el año pasado la principal medida para evitar el estrés era tomar medicación, en 2020 el deporte es el protagonista. De hecho, más de la mitad de los encuestados manifiesta que realiza ejercicio físico o deporte para evadirse del estrés. Otros intentan dormir o descansar más (46%) o, incluso, realizar actividades de ocio (46,40%) que les distraigan de sus problemas y del estrés. También, cabe destacar el aumento del número de personas que realizan ejercicios de relajación y mindfulness, que pasa del 22% de 2019 al casi 39% en 2020.
Respecto a la posibilidad de acudir a la ayuda de un profesional si hiciera falta, Cuevas lamentó que no todo el mundo tiene recursos para pagarse una atención especializada y alertó de que es un riesgo tener que esperar dos meses entre consulta y consulta, que es lo que ofrece la atención psicológica en la Seguridad Social.
La experta defendió que para evitar estas situaciones y cuidar el bienestar emocional hay que trabajar la psicoeducación y aprender a relacionarse con las emociones, desarrollar fortaleza mental para no vivir en la desesperanza continua, en el miedo y en el negativismo perpetuo ante situaciones que suponen cambios y sobre todo cambios prolongados en el tiempo. G. Suárez Mellado