La paradoja africana. Con escasa vacunación, África ha tenido baja incidencia y mortalidad
Por Antoni Trilla, epidemiólogo.
La situación epidemiológica de la covid, y por ello los datos reales o más aproximados posibles registrados (casos, hospitalizaciones y fallecimientos), son uno de los puntos controvertidos en esta pandemia. Esta situación es especialmente relevante en África. En los primeros meses de pandemia, las previsiones de afectación para África eran muy pesimistas. Tras dos años de pandemia y con un nivel escaso de vacunación entre su población, África se ha mantenido aparentemente en cifras bajas de incidencia y mortalidad. A esta situación se la ha denominado “la paradoja africana”, idea que apunta a que la pandemia es menos grave allí que en el resto del mundo. Los datos oficiales parecen corroborarla. Sin embargo, hay dudas importantes: ¿se contabilizan realmente todos los casos y fallecidos?, ¿por qué razones la enfermedad sería más leve en África? Y, si no fuese así, ¿cómo se habrían podido soslayar las consecuencias de la pandemia?
Un estudio comentado en Nature y llevado a cabo en Lusaka (Zambia) indica que más de un tercio de mil personas fallecidas fueron positivas para covid en los años 2020 y 2021, con picos coincidentes con las distintas oleadas de la enfermedad en los que la positividad entre los fallecidos alcanzaba el 90%. Estos resultados cuestionan las cifras oficiales de mortalidad, muy inferiores. Zambia ha registrado 4.000 fallecimientos por covid entre una población de 19 millones de personas. Al contrario, una estimación de la mortalidad en exceso en Zambia la sitúa en unas 80.000 personas. Es muy posible que el déficit en la capacidad de realizar pruebas diagnósticas haya condicionado esta discrepancia. La mayoría de las personas fallecidas en Zambia por covid no había tenido contacto con el sistema sanitario: cuatro de cada cinco fallecidos analizados en el estudio nunca ingresaron en un hospital.
¿Puede ser realmente la covid más leve en África? La población africana es mucho más joven (edad media: 19 años en África, 43 años en Europa). Al vivir allí menos gente de edad avanzada y con enfermedades o factores de riesgo, habrían resistido mejor la enfermedad. Las altas temperaturas y la vida mayoritariamente realizada en el exterior también pueden explicar parcialmente la situación, igual que la baja densidad de población en buena parte del continente o la posible protección que podrían ofrecer algunas infecciones relativamente frecuentes en África.
Como indica uno de los autores del estudio, es posible que esta situación sea única y circunscrita a Lusaka, pero va a ser muy difícil explicar el por qué. Quizás África en su conjunto ha sido golpeada por la pandemia con menor violencia, pero sin duda con el mismo dolor que el resto del mundo. África necesita toda la ayuda que le podamos proporcionar. Necesita vacunar a su población y protegerla de la covid lo antes posible. Si los habitantes de África no están seguros, nosotros tampoco estaremos seguros.