La feminización de la EPOC evidencia que es necesario un diagnóstico precoz
Aumento del número de mujeres en plena actividad vital que padecen esta enfermedad pulmonar
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) provoca 18.000 muertes al año en España, siendo la cuarta causa de muerte en hombres y la sexta en mujeres. “Unos dos millones de españoles la padecen, aunque un millón y medio está sin diagnosticar”, según expresó Julio Ancoechea, jefe del servicio de neumología del Hospital Universitario de La Princesa, el pasado 13 de noviembre en el encuentro organizado por Philips en colaboración con la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, en el marco de los coloquios Live! #Inspira.
La incidencia de esta patología progresiva e invalidante está aumentando más en el sexo femenino, sobre todo a consecuencia de que la mujer se incorporó de forma posterior al hombre al hábito tabáquico, que es el principal factor de riesgo. Según la última Encuesta Nacional de Salud elaborada, correspondiente al periodo 2011-2012, el 27,9% de los hombres y el 20,2% de las mujeres fumaban a diario.
Además, en ellas pesa más el estigma que genera esta patología, por lo que tienden a ocultar más su problema respiratorio y el infradiagnóstico es mayor, afirmó Salvador Díaz, neumólogo en el Hospital Universitario Ramón y Cajal. “La EPOC ya no es cuestión de personas mayores que se cuidan en casa, sino de mujeres en plena actividad vital, cuidadoras de sus padres que ocultan la enfermedad”, apunta este especialista.
Las acciones para detectar tempranamente la EPOC son fundamentales especialmente ahora que se tienen evidencias de que el tratamiento en sus fases más tempranas puede modificar el curso de la enfermedad. La divulgación y el fomento del conocimiento sobre la misma es importante porque, en muchas ocasiones, pasan años sin que el paciente lo consulte con un médico y llega a los servicios de urgencias cuando se encuentra en fase aguda, con infección y en estado avanzado, por lo que es necesario actuar antes, señala David Peña, profesor del Grado en Enfermería del Centro Universitario San Rafael-Nebrija. La recomendación de la Estrategia en EPOC del Sistema Nacional de Salud es clara: una persona mayor de 35 años fumadora, con disnea (dificultad para respirar) a la hora de realizar cualquier tipo de actividad, acompañada de tos o exacerbaciones, debe realizarse una espirometría.
El abordaje de la EPOC pasa por dejar de fumar y exponerse lo menos posible a la contaminación medioambiental, así como los tratamientos farmacológicos desde las fases iniciales, la rehabilitación y los hábitos de vida saludable. Para Pilar de Lucas, presidenta de la Comisión Nacional de Neumología, otro elemento fundamental en la mejora de la calidad de vida de los pacientes son las herramientas tecnológicas. Los sistemas de telemedicina y monitorización en el domicilio, que permiten el seguimiento de la enfermedad, así como la oxigenoterapia, con sistemas cada vez más cómodos y avanzados, han mejorado la vida de estas personas, permitiéndolas realizar las actividades cotidianas.
“El paciente ya no está solo y ha recuperado la esperanza porque, a lo largo de su jornada, hay una serie de cómplices que dan vida a su vida, como las nuevas tecnologías, que han supuesto un importante paso adelante”, subraya Ancoechea.