La estenosis aórtica está presente en una de cada 25 personas mayores de 65 años de edad
El diagnóstico precoz y los avances médicos han logrado un mayor control de esta enfermedad.
La estenosis aórtica es una enfermedad causada por el deterioro de la válvula cardíaca, lo que dificulta el paso de la sangre del corazón al resto del cuerpo. “Es la una de las valvulopatías más prevalentes, siendo una enfermedad de causa principalmente degenerativa y guardando por tanto una clara relación con la edad”, expresa José Zamorano, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal, en Madrid.
El factor de riesgo más importante por lo tanto es la edad. “La padecen uno de cada 25 pacientes mayores de 65 años y uno de cada ocho mayores de 75 años”, explica Raúl Moreno, jefe de la Unidad de Cardiología Intervencionista del Hospital La Paz, en Madrid. Con el aumento de la esperanza de vida, la frecuencia de esta enfermedad es cada vez mayor y actualmente es uno de los problemas de salud más importantes, señala este experto, que opina que, a pesar de ser una de las enfermedades del corazón más graves y frecuentes, no es bien conocida por la población.
Según datos aportados por Zamorano de la segunda edición de la encuesta Euro Heart – iniciativa de la Sociedad Europa de Cardiología-, la estenosis aórtica fue la valvulopatía más frecuentemente diagnosticada e intervenida (41,2% de los incluidos), y más del 90% de los casos respondían a una causa degenerativa.
En pacientes asintomáticos, el curso de la enfermedad es relativamente benigno; sin embargo, una vez se hace severa y sintomática, la mediana de supervivencia se aproxima a los dos años si no se realiza un reemplazo valvular. “Esto significa que es una de las enfermedades más graves, con un pronóstico peor por ejemplo que la mayor parte de los cánceres. Por este motivo, toda persona que tenga dificultad para respirar o dolor torácico con el esfuerzo, o bien pérdidas de consciencia, debe acudir a su médico, quien le derivará al cardiólogo si sospecha que se trata de una estenosis aórtica u otra enfermedad del corazón”, apunta Moreno.
Avances terapéuticos
No obstante, el diagnóstico precoz y los avances médicos han logrado un control de la enfermedad. Tal y como señalan ambos especialistas, el tratamiento es muy efectivo en la mayoría de los casos y consiste en reemplazar la válvula dañada por una nueva que elimine la obstrucción, desapareciendo así los síntomas y mejorando drásticamente el pronóstico.
“La forma de implantar la válvula puede ser mediante cirugía abierta, pero desde hace ya más de 15 años existe la opción de implantar la válvula a través de un catéter por una arteria femoral, que es un procedimiento menos invasivo y con menos complicaciones, pudiendo realizarse sin anestesia general”, subraya Moreno. La implantación de la válvula a través de la arteria femoral, que comenzó a utilizarse solo en personas que tenían elevado riesgo quirúrgico, es el tratamiento que ahora ya se recomienda al menos en los pacientes que tienen 75 años o más. M.B.