Josep Ramon Germà, investigador oncológico: “Nunca tendremos un fármaco determinante para cada tumor”
LLUÍS ASMARATS. Nos conocemos hace algo más de 20 años. Nuestras trayectorias como médicos e investigadores han seguido caminos diversos dirigidos a especialidades distintas. A partir de nuestra relación profesional se inició una amistad que nos ha llevado a compartir veladas y viajes, viniéndome a la memoria algunas de ellas como nuestras cacerías de setas en la Vall dAran o las largas caminatas, con las charlas pertinentes, durante el Camino de Santiago. Jose Ramón Germà es un personaje polifacético que aúna el rigor profesional con sus principales pasiones, como escribir, viajar y plasmar recuerdos en fotografías.
Tras años de investigación sobre los mecanismos moleculares del cáncer, ¿cuándo podremos decir que será una realidad la medicina personalizada para cada paciente con alteraciones específicas?
La personalización tiene dos caras: la tipología (fenotipo) del tumor y las características inmunitarias del paciente. Cada vez se conoce mejor la cara del tumor pero está pendiente de encontrar los medios de cómo tipificar la segunda cara. Es mejor hablar de medicina de precisión tumoral.
Al parecer dentro de esta medicina de precisión existen más de 300 moléculas en fases iniciales de la investigación. ¿Para cuándo los fármacos determinantes para cada tipo de tumor?
De hecho son más de 800. Probablemente no tendremos nunca un fármaco determinante para cada tumor. Los mecanismos íntimos de la célula tumoral (CT) son de una complejidad extraordinaria y en cierto modo las CT se comportan como las bacterias frente a un tratamiento antibiótico. Cuando son sometidas al ambiente del nuevo fármaco se generan con cierta facilidad familias resistentes que progresan. Se trata simplemente de un ejemplo más de
a teoría evolutiva de Darwin.
¿Cómo será la quimioterapia del futuro?
El concepto de quimioterapia del futuro está en peligro. Más del 95% de la investigación de hoy en día se basa en moléculas contra dianas específicas. Es anecdótica la aparición de nuevos quimioterápicos como el cabazitaxel, la vinflunina o la eribulina. Debo decir que la tolerancia a la quimioterapia actual es mucho mejor que la de antaño.
En el New England journal of Medicine he leído que existe un nuevo fármaco, llamado Lebrolizumab, que parece eficaz en diferentes tumores sólidos. ¿Crees qué se ha abierto una nueva vía de tratamiento del cáncer?
Hace apenas un año la inmunoterapia no dejaba de ser un arma muy secundaria en el tratamiento de las neoplasias. Ahora mi opinión ha cambiado radicalmente desde que se han diseñado fármacos que actúan contra algunos de los disfraces que la CT utiliza para no ser reconocida por las defensas inmunitarias del paciente. Los llamados anti-PD1 y anti-PDL1 producen respuestas brillantes en diferentes tumores como el melanoma, riñón y lo que a mí me parece más esperanzador, también en pacientes con cáncer de pulmón avanzado en fumadores, donde otras terapéuticas son poco eficaces. Creo que la inmunoterapia se convertirá en la quinta vía del tratamiento del cáncer junto a la cirugía, radioterapia, hormono-quimioterapia y la mencionada terapia de precisión.
¿Qué opinas de las vacunas preventivas como la del cáncer de cuello de útero o de la de hepatitis B?
Dos enormes avances en el terreno de la prevención. Al evitar la infección con la vacuna, se evita la causa necesaria promotora del cáncer y éste no aparece. Es decir, está en nuestras manos erradicar los tumores de cuello uterino y los carcinomas hepáticos. Solo hay que vacunar a la infancia antes de que se infecten.
Sé que en tu estancia en Bolivia con Médicos sin Frontera fuiste testimonio de la plaga que significa el cáncer de cérvix en la mujer nativa.
Resultó una experiencia sobrecogedora ver decenas de mujeres en edades comprendidas entre los 25 a 40 años afectas de tumores irreversibles. El problema actual es cómo hacer llegar la vacuna anti-papiloma virus a las niñas de 12 años del mal llamado tercer mundo, cuando los precios de la vacunación están cercanos a los 450$, cifras parecidas a su renta per cápita. No te quepa duda que está en juego la capacidad de generosidad del género humano.
¿La diferencia de medios entre autonomías repercute en el pronóstico de los pacientes?
Quiero ser bien claro contestando un rotundo no a esta pregunta. La oncología que se practica en España es en general de alta calidad y los tratamientos iniciales, que son los que verdaderamente varían el pronóstico, se realizan siguiendo guías de práctica clínica bastante homogéneas. Es posible que existan algunas diferencias respecto a la administración de algunos fármacos en momentos muy avanzados de la enfermedad pero difícilmente esto modifica el pronóstico. Nadie nunca me ha impedido dar un fármaco auténticamente necesario para un paciente.
Pese a que la mortalidad por cáncer disminuye a un ritmo de un 1,5% anual, el 26% de los fallecimientos en España todavía se deben a enfermedades relacionadas con tumores…
No cabe duda de que nos queda mucho por hacer. Existen tumores como los carcinomas del aparato digestivo alto o los tumores pulmonares entre otros en que la tasa de curaciones está muy alejada a la que nos gustaría. En general en estos tumores se asocia un diagnóstico tardío por lo insidioso de los síntomas de alarma y el tabaco como carcinógeno. ¡Si mañana desapareciera la planta del tabaco alrededor del 25% de todos los tumores desaparecerían!
¿Cuándo puede afirmarse que un enfermo ha superado definitivamente el cáncer?
En los tumores muy agresivos la cifra de 5 años es paradigmática. En los de más lenta evolución como el cáncer de mama o próstata esperamos a los 10 años.
Un artículo reciente en un diario americano dejaba entrever posibles intereses comerciales para retrasar avances científicos en la identificación de células tumorales
Me niego a creer en este tipo de hipótesis. Es cierto que han existido antecedentes en que algunas big-pharmas no se han comportado con toda la ética que se requiere en el desarrollo de fármaco, de hecho mi reciente novela Dioses de Bata Blanca ejemplariza uno de esos casos, pero la globalización y el intercambio inmediato y continuo del conocimiento hace cada día más difícil que se produzcan estos fenómenos.
PERFIL
Josep Ramon Germà Lluch (Barcelona 1949) dirige el servicio de oncología médica en el Institut Català dOncologia (ICO), donde además es director científico y del conocimiento. A finales de los años 70 creó una unidad especializada en el tratamiento de pacientes jóvenes con tumores germinales de testículo y ovario y consiguió que las tasas de curaciones globales pasaran de un 30 a un 94%. Ha sido presidentede la Sociedad Española de Oncología Médica.