“Las isoflavonas de soja son un gran escudo óseo”

Dra. María Jesús Cancelo Hidalgo. Vicepresidenta de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia

¿Hasta qué punto ayudan a prevenir la osteoporosis?

De todas las opciones naturales estudiadas, son las que han demostrado ser más eficaces en la prevención de esta enfermedad. De todas maneras, hay que diferenciar entre la suplementación con isoflavonas de soja y su consumo de forma natural en la dieta.

¿Y cuál es exactamente la diferencia?

Por un lado, se sabe que los suplementos en la menopausia ayudan a prevenir la pérdida de masa ósea, que es en la etapa que hay más riesgo. Por otro lado, también se ha constatado que el consumo de soja de forma natural desde la infancia aumenta la densidad ósea y es un escudo frente a la osteoporosis. Se ha visto claramente en estudios realizados en mujeres asiáticas, cuya dieta es rica en este alimento. Aquí planteamos el consumo de soja cuando llega la menopausia, y llegados a este punto hay que recurrir a la suplementación porque con el alimento de forma natural no es suficiente.

¿Habría que consumirlas toda la vida?

Lo ideal sería introducir la soja como un alimento más dentro de nuestra Dieta Mediterránea que es muy sana. El problema es que cambiar hábitos no es fácil y aquí, a la hora de elegir una legumbre se opta antes por los garbanzos que por la soja.

¿Por qué son tan buenas para la salud ósea?

Al ser un fitoestrógeno imitan la acción de los estrógenos, que son claves para que exista un equilibrio perfecto entre las células generadoras de hueso y las destructoras. Pero hay más: el hueso tiene un sistema de alarma que alerta cuando hay que producir o destruir tejido. Y las isoflavonas también ayudan a que ese sistema funcione correctamente.

 

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